Los Sixers de Sergio: 1.082 días sin ganar en octubre y noviembre
Los Jazz de Gordon Hayward, infligieron la sexta derrota del curso para Philadelpia, único equipo equipo que no se ha estrenado todavía junto a los Pelicans.
Mientras Hillary Clinton cerraba su campaña, también en Philadelphia, y con lo justo, los Jazz de Gordon Hayward (20), Favors (16+14) y Hood (18) asaltaron el Wells Fargo Center para infligir una nueva derrota a los Sixers (84-109). La sexta de la temporada para un equipo que comparte con con los Pelicans (0-7) el dudoso honor de ser los únicos equipos que aún no se han estrenado. Es más, Philadelphia lleva 1.082 días sin ganar un partido en octubre y noviembre. El 22 de noviembre de 2013 los Sixers superaban a los Bucks por 115-107 con Hollis Thompson y el entonces (y ahora también) lesionado Nerlens Noel son los únicos jugadores que se mantienen en el equipo. Desde entonces acumulan 44 derrotas consecutivas en ambos meses.
Sergio Rodríguez ha recalado en una franquicia inmersa en esa eterna reconstrucción hacia la élite emprendida por un Sam Hinkie que, obligado, abandonó el barco ya hace unos meses. Parecía que la elección de Ben Simmons en el último draft (el primer número uno para la franquicia desde Allen Iverson) y el esperado debut de Joel Embiid dos años después de ser drafteado iban a acabar con las penurias tras largos años de peregrinaje por el desierto. Pero la lesión del primero nada más comenzar la pretemporada prolongó un gafe al que cuesta adivinarle fin.
En lo que respecta al 'Chacho', jugar en un equipo sin ningún tipo de presión competitiva le garantiza contar con el número de minutos necesarios para hacerse definitivamente un hueco en la NBA seis temporadas después de poner punto y final a su primera etapa en la Liga norteamericana. Es más, la baja de Bayless le ha garantizado un puesto como titular que está sabiendo aprovechar. Aunque ante Utah no tuvo su mejor actuación de cara al aro (3/9 en tiros para 6 puntos), volvió a ser el máximo asistente (5), además de añadir 4 rebotes y 2 robos. Sin embargo, esta nula exigencia deportiva representa un arma de doble filo. Con 30 años y acostumbrado a pelear en Europa cada competición hasta el final con su anterior equipo, el tinerfeño debe hacer gala de una gran dureza mental para marcarse pequeños retos u objetivos que le permitan no tirar a la basura este curso. De conseguirlo, las puertas de la Liga se le abrirán el próximo verano cuando se convierta en agente libre tras concluir el contrato que le mantiene con 'The Process'.
Un proceso que nadie encarna mejor que Joel Embiid. El pívot camerunés volvió a demostrar esta madrugada ante los Jazz la estrella que puede llegar a ser (14 puntos, 9 rebotes y un señor tapón a una torre como Gobert en 19 minutos, aunque eso sí, debe mejorar en defensa y cuidar mejor el balón), pero la restricción de su tiempo en cancha que como mínimo va a tener que soportar hasta Navidad lastra considerablemente a su equipo. Cuando supere esta limitación de juego, los Sixers contarán con una amenaza ofensiva constante. Algo que agradecerán. No en vano, hablamos del peor ataque de toda la NBA (apenas produce 91,3 tantos por noche). Y si a la ecuación le unimos el debut de Simmons, previsto en un principio para enero de 2017, quizá en Philadelphia comiencen a ver la luz del túnel y podamos medir realmente el potencia que esconde este grupo. Aunque por ahora, la realidad es otra bien distinta. Nadie se asoma siquiera a los -13,7 puntos que recoge su diferencial entre puntos anotados y recibidos. Más paciencia. ¿Hasta cuándo?