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DOMINION BILBAO 80 - LIETUVOS 76

Estreno europeo del Bilbao con un tapón estratosférico de Eric

A cuatro segundos para acabar y con +1, el nigeriano esperó a Gordon y le bloqueó en el cielo de Miribilla, que acabó a sus pies ante el Lietuvos; “Se lo agradezco a la gente”.

Bilbao
Estreno europeo del Bilbao con un tapón estratosférico de Eric
LUIS TEJIDOEFE

Un tapón de Eric en la estratosfera de Miribilla puso las cosas en su sitio. Permitió al Bilbao estrenarse en Europa este año y cerrar la compuerta a un Lietuvos que durante unos instantes se creyó que podía imitar al Alba Berlín y su machada de una semana antes. Los lituanos protestaron tímidamente que el balón estaba bajando, pero, con 77-76, el nigeriano esperó el momento adecuado, al límite de la parábola ascendente a cuatro segundos para el bocinazo, para negar la pelota de Gordon con un manotazo y dispararla casi hasta La Casilla. Fin de la racha negativa de dos derrotas seguidas del cuadro bilbaíno. El público ya tiene nuevo ídolo: coreó el nombre del pívot, lo adornó luego con cánticos de "MVP" y sacó una sonrisa al dorsal 50. Lo relató así: “Era una jugada que esperaba, me ha pillado justo delante, lancé la ayuda. Agradezco a la gente que gritase mi nombre, el apoyo, aunque prefiero trasladarlo al equipo, ha sido una victoria trabajada por todos desde el lunes. Fue un partido muy competido desde el principio, en el filo de la navaja”.

No mereció muchas líneas la primera parte del compromiso. Duran bajó las pérdidas como pretendía (11) y no hubo momento para el estreno de Sergio Llorente. A grandes rasgos, los equipos fueron haciendo camino por el atajo de los triples en busca de lo que deparase el final. Más de seis minutos tardó el Bilbao en lanzar de dos, lo hizo Mumbrú (mucho roce con Jomantas porque en el pasado madridista del capitán del Bilbao ya hubo sus más y sus menos) para plasmar el 14-8. Hervelle acaparó luego el protagonismo con varias acciones de esas de raza. Pero ambos rivales no jugaban organizados. El Lietuvos por entonces ya había dejado el sello de equipo agazapado, el 'efecto conejo' que decía Manel Comas, eso sí, con jugadores como Fisher fuera de peso y exteriores muy dados a romper en el uno contra uno y doblar para que finalizase un grande. Llevó al enemigo a jugar largo rato cinco contra cinco, castigó con el rebote de ataque y se fió de los tiros libres.

El banquillo, ese debate que un día encumbra al Dominion y otro le hace anclarse a la derrota, poco tenía que hacer ante la presencia luminosa de Mumbrú: 14 puntos al descanso en el 39-31. Todorovic aportó ese plus en la presión sobre las líneas de pase, aunque delante le cuesta acertar con las lecturas correctas. Los lituanos castigaron sabiamente los errores locales para hacer canastas fáciles, y no se pusieron nerviosos con el 29-14 del minuto 15. Dos contraataques que no salieron parecieron aletargar a los ‘hombres de negro’ posteriormente.

Se fueron pasando el relevo para apuntalar al equipo Mumbrú, Bamforth y finalmente Eric. En el bando rival, Logan demostró que se mueve como pez en el agua en este tipo de equipos en los que es primera opción de tiros; le respaldaron Gordon y Gudaitis, más el temple del exJuventut Fisher, al trote que su físico le permitía. A tirones, como suele pasar a estas alturas de temporada, la cosa se fue al 41-37 con dos contraataques de Mumbrú, que posteriormente cometió la cuarta personal (a falta de 15 minutos, 47-39) y dejó un tanto noqueado al Bilbao. Se seguían tirando 'alley oops' que no había manera de coger y el ritmo no se estabilizaba. El 57-45 se trasladó a un 59-56 y el Lietuvos Rytas pretendía ser la reencarnación del Alba Berlín, al que le dieron alas en la jornada precedente en Miribilla y acabó llevándose el gato al agua. Tuvo tres ataques para acercarse aún más o incluso igualar, pero no lo aprovechó. Fue un aviso. Un problema con el marcador enfrió aún más el ánimo y el baloncesto. Cayó una antideportiva a Giedraitis que dio oxígeno al Dominion, aunque otra vez fue un espejismo porque Jomantas, algo así como el 'Mumbrú lituano' por su forma de desenvolverse en el poste bajo, puso a los visitantes por delante: 66-67, a falta de 5:47. Duran paró la refriega con tiempo muerto y devolvió a la pista a Borg y Eric. Se engordó a tres y ahí empezó un partido nuevo. El nigeriano metió tres canastas seguidas, posteando, con un 'alley oop' y un mate solo tras robo suyo. Y acabó con la delicia final, más otra cesta colgándose con la chicharra diciendo se acabó.