NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

DOMINION BILBAO 77 - ALBA 85

El Bilbao se estrena en Europa con derrota ante el Alba

El colíder de ACB hizo creer en la victoria al equipo de Berlín y cuando intentó reaccionar ya era tarde: el enemigo ya no desistió de sus ganas de lavar la imagen que se traía de su liga

Bilbao
El Bilbao se estrena en Europa con derrota ante el Alba
Luis TejidoEFE

El Bilbao Basket sí sabe perder. Al menos en Europa. Es terrenal. En el inicio de su travesía por la Eurocopa, en ese torneo que tanto le seduce, le bajó a la tierra un sólido Alba de Berlín, un equipo mancillado en su liga (y de qué manera a manos del Bayern Múnich, en la última jornada), pero muy centrado más allá de sus fronteras. El traspié no es para tirarse a la Ría (hay que hacer muchos deméritos para quedar fuera, ya que sólo se apea el último del grupo de cinco), pero es un toque de atención. Tan confortable como está en la ACB, metido en el mejor arranque de su historia, al Dominion le costó adaptarse al decorado europeo. También es verdad que tienen mucho personal en la nueva plantilla al que le pilla de nuevo esto de la Eurocopa.

El equipo arrancó el torneo blandito, desenchufado y con precipitación para acabar las cosas sin la elaboración precias. Tal vez el problema en el marcador, que retrasó el inicio influyó en su frialdad; permitió al Alba creer en el triunfo y era demasiado tarde cuando trató de agarrar el tren. Buva no pudo figurar por sus molestias en la rodilla y el club inscribió a Vucetic, que juega cedido en el Zornotza en LEB Plata. Le sacaron de punto porque en el Europa se permiten más contactos, meter manos, y no se mira tanto con lupa los pasos. Además, el Alba no son los Lakers, pero sabe a qué está, no comete torpezas y conoce sus virtudes. Kikanovic, buena pinta de jugador con movimientos interesantes, y Johnson, conocido por su paso por el Banvit, son los jefes de la manada amarilla, pero el mismo Siva no escapa de los balones calientes; se buscaba tanto la gesta que hasta se encontró la chiripa con una canasta de ocho metros de Johnson en el final del primer tiempo y otra desde medio campo de Atsur al final del tercer cuarto. Pesaron lo suyo al final. Además, tiene hombres grandes que equilibran mucho y no dejan el juego a la buena de Dios a la ruleta exterior de americanos como en otros muchos equipos del torneo del centro de Europa.

Doce puntos hizo el equipo de Duran en el primer cuarto, el bagaje que llevaba ante todo un Barça en un pestañeo. A todo esto, Miribilla asistió en el segundo cuarto posiblemente a la jugada más espectacular de su corta historia: un tapón de esos que escupe el balón fuera de Bilbao a cargo de Eric, balón corrido por el centro por Todorovic que pasa a Mumbrú y éste en su veloz tránsito hace una mueca cómplice a Dejan, al que acaba entregando en las bombillas para el matazo a una mano: 27-24 a -4:15. En el físico del nigeriano y el exunicajista se apoyó el equipo largo tiempo. Mumbrú, con molestias en el tobillo, dejó su sitio a Dejan en el quinteto titular.

El Alba se fue a los siete de ventaja a falta de 12:49 para acabar con dos tiros libres de Johnson (47-54), pero el Bilbao, con Salgado ya en pista para endulzar los ataques, se subió a un 9-0 en dos minutos y dos canastas de lejos 56-57. El Alba llevó ventaja en casi todo el segundo tiempo. Fue un intercambio de canastas que agradeció porque esa inercia le llevaba a un final que les iba bien. Tabu encendió la mecha de la reacción con un triple en el sorbo final: 69-71. Hizo luego un mate Eric para el empate a 71 (-4:15). La mano firme del base belga siguió meciendo el tanteo, por fin parecía aparecer, y su equipo se puso uno arriba, pero nuevamente buenas lecturas del Alba (gran uno contra uno de Siva ante Mumbrú con canasta a aro pasado ante la ayuda del grande) le llevaron a imponerse en el tramo final, porque además Eric, el mejor de los locales, se le resbaló un balón que iba para mate.

A contrapié, a tirones y sin poder nunca llevar la iniciativa, la moneda no cayó del lado local esta vez. “La forma de jugar en Europa es diferente: la velocidad, la forma de arbitrar… para muchos de nosotros, como yo mismo, era el primer partido aquí. Hay que seguir trabajando, somos conscientes de la capacidad que tenemos”, confesó Bamforth, una de las estrellas en la presente ACB.