“Queremos españoles, pero necesitamos talento”
El presidente de la Asociación de Clubes de Baloncesto afronta su tercera temporada en el cargo. Recibió a AS en la oficina de la ACB en Madrid.
En 2014 dijo que no llegaba con una pócima mágica, pero que en un periodo de dos a cuatro años se notaría su trabajo. ¿Cómo está hoy la ACB con 17 equipos?
—Somos 17 a contracorazón, no queríamos. Lo lógico es volver a ser 18, pero mire cómo ha empezado, con el triunfo del Herbalife Gran Canaria en la Supercopa. Vamos a tener una temporada emocionante y atractiva, y ayudará mucho el nuevo formato televisivo de producción de los encuentros, con una mayor calidad y despliegue tecnológico. Estoy muy ilusionado. Por primera vez todos los partidos se verán por televisión, y en HD. La otra cara de la moneda, inevitable, es que nos esperan unos años de ajustes en las audiencias.
—La televisión resulta clave, pero también el formato de competición, el control financiero, la generación de recursos, los ascensos...
—Hemos realizado cambios importantes en la explotación de nuestros derechos, incluidos los de patrocinio, aunque en el pasivo quedan cosas que no han salido, en parte por mi responsabilidad y en parte por un entorno que no favorece, como el cambio del formato de competición que depende también de la FIBA y de la Euroliga. Hemos discutido mucho con los clubes pros y contras para intentar jugar menos partidos, pero la decisión sigue pendiente. En la situación financiera andamos mejor porque algunos problemas graves se han encauzado: Bilbao, Estudiantes…
—Y en la generación de ingresos, ¿cuánto se ha mejorado?
—Entre ingresos directos e indirectos de televisión nos acercamos a los 15 millones de euros y creciendo, cuando antes no llegábamos a dos. Estoy medianamente contento, pero podemos generar más. Los clubes reciben más de 600.000 euros de media y hace tres años estaban por debajo de los 200.000.
—Ahora ya no habrá Liga en abierto y las audiencias descenderán notablemente.
—En la televisión de pago hay mucha audiencia que no se mide. Trabajamos en un proyecto conjunto con la Liga de fútbol para cuantificar de otra manera esas audiencias con estudios paralelos. Las medias son muy superiores, sobre todo en el fútbol, donde se multiplican por diez; en nuestro caso, por cuatro. Tenemos asumido que habrá un descenso de telespectadores, pero estamos preparados. Es un mal necesario, no hay marcha atrás. El reforzamiento del baloncesto profesional pasa por la calidad: retransmisiones, contenidos digitales, fotografías…
—¿Cómo compensarán la pérdida de audiencia?
—En la explotación audiovisual moderna, el caso NBA lo explicó ayer Chus Bueno, cada vez cuesta más que se vean partidos enteros. La gente busca productos más comprimidos. La NBA resume encuentros en 15 minutos. Hay un consumidor que persigue un contenido condensado y no aparece en las audiencias.
—¿Qué papel juega aquí la falta de identificación con los jugadores?
—Es importante, pero la asociación íntima de un aficionado con su club no pasa porque los jugadores franquicias dejen de ser españoles o no. Otra cosa es la estabilidad. Si un jugador no se queda un tiempo en el club es imposible que se dé una identificación potente. El jugador español es importante, cuantos más mejor y de calidad, pero nosotros necesitamos tener el mayor talento posible para ofrecer buen baloncesto.
—¿Quitaría los cupos?
—Sí. Solo encarecen el coste de los jugadores, aunque es imprescindible una política ligada al fomento de las canteras para la creación de talento deportivo. Por generación espontánea puede haber una Carolina Marín en bádminton, pero ya. Hace falta planificación. A la ACB la critican por la falta de jugadores nacionales y nos ponen el ejemplo de la NBA. ¿La NBA genera algún jugador? Ninguno. Sus deportistas vienen del sistema educativo, no gastan un céntimo. El Estudiantes, por ejemplo, tiene 1.500 chicos. En Valencia, Juan Roig acaba de invertir 18 millones de euros en instalaciones para la cantera. Es una gran inversión y no hay ayudas. Si hay menos españoles, tendremos parte de culpa, pero también será indicativo de que hay problemas en el sistema, en las federaciones, en la LEB... Necesitamos ventajas fiscales para los patrocinadores y un cambio en la estructura, ayudas a los clubes formadores incluso a nivel europeo. De lo contrario, el motor se gripará. Si en Europa seguimos peleados, no lograremos soluciones permanentes. Hace falta una mesa de negociación.
—¿Habrá ascensos a la ACB la próxima temporada?
—Espero que sí, soy muy optimista, para eso trabajamos con la FEB y el CSD. Proponemos una reducción del canon y lo ven con buenos ojos.