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BALONCESTO | SUPERCOPA

Más de mil hinchas reciben al supercampeón en Gran Canaria

Euforia en la Isla por el primer título en la historia del Gran Canaria. Hoy el club será recibido en el Cabildo (12:30 hora insular).

SELFIE. Richard Hendrix, uno de los nuevos fichajes del equipo, se hizo un selfie con los aficionados del Herbalife que recibieron al equipo en el aeropuerto de Gran Canaria.
GRAN CANARIA

"Todo era nuevo”. Le resulta fácil a Berdi Pérez, director deportivo del Herbalife, remontarse al año 2000, cuando también confeccionó una plantilla histórica que jugó en Vitoria la primera Copa del Rey del club. Habla pausado, acaso conteniendo emociones con la compañía del “campeones, campeones” de los más de mil aficionados que ayer retuvieron una hora a sus héroes en el aeropuerto de Gran Canaria. “Sentí una gran ilusión. Fue el principio de un éxito de muchos años”, recuerda.

Allí estaba Berni Hernández, legendario base grancanario. Habla de “un partido muy igualado contra el Caja San Fernando, que tenía un equipazo: Turner, Corrales, Scott… El Granca dio una gran imagen ante un grupo que impuso su veteranía”. Para Berni, la clave estuvo en la lesión de Deon Thomas: “En aquella época se jugaba con 2 americanos, y que se te lesionara uno te condicionaba mucho. Si no llegamos a tener el problema de Thomas habríamos ganado un partido que estaba controlado”.

Para Berdi Pérez era “imposible” plantearse que el Gran Canaria pudiera alzar un título. “Éramos un equipo casi recién ascendido. No te diría que no, pero era impensable ganarlo y menos ante Barcelona o Real Madrid”, tercia Berni. “Si me lo preguntas hace 2-3 años te hubiera dicho que sí”, añade. Berdi, que llegó a la isla para unos meses a mediados de los 80 y desde entonces no se ha movido salvo los tres años de Málaga, analiza: “En 2000, y ahora, el planteamiento para ganar era igual de difícil. Para que ocurra tienes que estar, y nosotros lo hemos hecho por méritos deportivos. De los cuatro equipos que coincidimos ahora éramos el menos favorito”.

Pasada la euforia, toca encarar el nuevo curso ACB. Esta mañana, antes de ser recibidos en el Cabildo de Gran Canaria (12:30 hora insular), los campeones deben “levantarse con la humildad de siempre. Somos el mismo club”, añade Berdi. Un club que va más allá, “que ayuda a que la gente de Gran Canaria tenga hoy una mayor autoestima gracias a su equipo de baloncesto y a que afronte con alegría el reto de levantarse cada día. Eso es maravilloso”. Hoy toca sacarse fotos y estrechar manos. Después espera el Gran Canaria Arena con el derbi a las puertas. Entre tanto ajetreo hay hueco para echar la vista atrás, allí donde todo empieza. Donde siempre quedará Vitoria.

El triunfo de Kuric: de un meningioma al MVP

Todo comenzó el pasado 1 de noviembre en el Buesa Arena. Tras una mala noche, Kyle Kuric llegó al coliseo alavés con una migraña insoportable e incompatible con jugar el partido que debía enfrentar al Granca y al Baskonia. Sentado en el banquillo, ni siquiera los mimos del fisio en el cuello, para descartar problemas en la zona, conseguían que remitiera el dolor. Imposible saltar a la cancha. La molestia no cesaba y el equipo tenía que hacer escala en Barcelona antes de una de sus travesías europeas. En la Ciudad Condal saltaron las alarmas. No había tiempo, y cuatro días después Kuric fue intervenido de un meningioma benigno. Enfilando el quirófano se mostraba convencido de jugar ese fin de semana contra el Manresa. No pudo. Tardó un poco más, pero ahí empezó a ganar su gran partido. ¿Un milagro? No por su fuerza de voluntad, esa que le llevó a machacarse en verano en su querida universidad de Louisville. Esa que le llevó de nuevo al Buesa para ganar Supercopa y MVP y completar el círculo de su nueva vida, allí donde todo comenzó.