La Liga Endesa abocada a una liga de 16 o 17 equipos
La inscripción del Gipuzkoa en la LEB y los problemas económicos de otros clubes llevan a temer un campeonato con menos equipos.
Un verano más, la Liga Endesa se encuentra en una situación dramática. El tradicional cierre de fronteras para los equipos de LEB Oro (sólo dos de diez han subido desde 2012) y los problemas económicos de los clubes ACB vuelven a estar encima de la mesa, sin visos de tener arreglo a corto plazo. La primera víctima de este normalizado panorama ha sido el Gipuzkoa. El equipo vasco, descendido en la cancha y salvado en los despachos en tres de los últimos cinco cursos, se inscribió en la LEB al encontrar demasiados problemas para cumplir los requisitos exigidos por la Asociación para permanecer en ella: que no exista deuda líquida, vencida y exigida; andar al corriente de pago con Hacienda y la Seguridad Social; no estar en causa de disolución y contar con un patrimonio neto positivo. Las deudas atrasadas con los jugadores cuentan.
El descenso del GBC condena a un campeonato de 17 equipos, algo que ya ocurrió en 2008 con la desaparición del Akasvayu Girona, pero se podría llegar a iniciar con 16 pues su situación no es un caso aislado. El CB Sevilla y el Estudiantes están en la cuerda floja, y el Bilbao se salvó de la quema gracias al crédito de un millón de la Caja Rural de Navarra, avalado por el ayuntamiento de la ciudad.
El caso andaluz es un déjà vú de lo acontecido hace un año. Caixabank, dueño del club, busca comprador antes del 20 de julio. Si no aparece, ejecutará su disolución. El Betis se plantea ofrecerle su nombre y marca para atraer a posibles compradores. En cuanto a los madrileños, los males deportivos y ecónomicos (deuda de ocho millones, embargo de cuentas al no cumplir con el convenio de la Agencia Tributaria...) han llevado a la convocatoria de un junta extraordinaria el 21. Además, debe esperar a que la ACB le admita de nuevo, un hecho más cercano tras el pago de dos millones a Hacienda (el equipo sale de la lista de morosos). La deuda sigue existiendo, pero se ha liquidado la más urgente.
Entre los problemas que arrastra la Liga se encuentra la caída de interés. La final fue la menos vista de los últimos cinco años (681.000 telespectadores) y la asistencia media en pabellones como el de Gipuzkoa ha sido catastrófica: 4.023 espectadores para un aforo de 10.000 (36,6%), 1.570 menos que en el pasado año. La peor esta temporada de un equipo ACB.