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OURENSE | GAVILANES

"Era un proyecto ilusionante que ha muerto en las carpetas"

El presidente del Ourense habló después de perder la oportunidad de ascender a la Liga ACB: "cada uno tiene que hacer su examen de conciencia", comentó.

Antonio Gavilanes (izquierda) durante una rueda de prensa.
Ourense

Antonio Gavilanes, presidente del Club Ourense Baloncesto (COB), reconoce que su club ha dejado escapar una "inmejorable" oportunidad para regresar a la élite del baloncesto español, y, a la hora de buscar un culpable, señaló que tanto el consejo de administración como los principales accionistas deben asumir su parte de culpa por no lograr reunir el dinero necesario para afiliarse a la ACB.

"No entrar en la ACB era una de las posibilidades que había y al final, lamentablemente, ha sido la que se ha dado. La sensación que nos queda es muy agridulce pero ahora ya tenemos que pensar en buscar soluciones para el futuro", declaró a Efe Gavilanes.

El COB y la ACB acordaron en septiembre de 2015 aplazar el ascenso del equipo a la liga Endesa hasta la temporada 2016-17, después de que el conjunto dirigido por Gonzalo García de Victoria derrotase al Breogán en la final de la LEB Oro.

Un ascenso que sería efectivo en cuanto la entidad presidida por Gavilanes, de la que la Diputación y el ayuntamiento de Ourense son los principales accionistas, depositara en la ACB los 2,8 millones de euros necesarios para competir en la máxima categoría, cantidad que el COB no ha logrado reunir a pesar de disponer de doce meses.

"Lo que el año pasado conseguimos reunir en diez días ahora no hemos sido capaces, y eso que el consejo de administración es el mismo, las instituciones son las mismas y la entidad también es la misma. Por eso creo que aquí no hay un sólo culpable, todas las partes tenemos que entonar el mea culpa y hacernos responsable de lo que ha sucedido", comentó.

Gavilanes entiende que los representantes políticos de Ourense han podido hacer "algo más" para evitar llegar a esta situación, pero también considera que sería "injusto" considerarles los únicos culpables de este "fracaso".

"Era un proyecto muy ilusionante para la ciudad pero se ha muerto en las carpetas, no hubo opción de sacarlo adelante. A partir de ahí cada uno tiene que hacer su examen de conciencia y ver si puedo hacer realmente algo más o no. En el consejo de administración nos hemos movido hasta el último segundo por tratar de sacarlo adelante pero nos ha sido imposible", explicó.