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OBRADOIRO 93 - BILBAO 89

El Obradoiro respira tras un partido de locos ante el Bilbao

La victoria santiaguesa casi desciende al Gipuzkoa. Gran Bendzius y mayor entereza en la prórroga de los locales, que llegaron a tener 21 puntos de ventaja

Santiago de Compostela
Vasileiadis ante Bertans
Vasileiadis ante BertansXOÁN REY.EFE

La locura se instaló en el Multiusos de Sar cuando cesó el 'Miudiño'. El partido estaba ganado por el Obradoiro tras un segundo cuarto pletórico (+21), pero el Bilbao, desnudo durante ese tiempo a los dos lados de la pista, sacó fuerzas de flaqueza y Bertans, escondido en una esquina sin que nadie lo viera, lo empató con un triple a falta de ocho segundos para acabar. En ese corto espacio que quedaba Caloiaro hizo un tiro nefasto, que ni tocó el aro, pero recogió la bola muy listo Kolesnikov, que embocó fuera de tiempo por centésimas. Los árbitros lo comprobaron en el 'instant replay'. La prórroga fue un tránsito más dulce para los locales, con Bendzius campando a sus anchas. El Bilbao ejerció de buen samaritano, se dejó hacer como el Murcia dos jornadas atrás, aprisionado por el ambiente y la gran necesidad de los gallegos. Pero ahora debe tener en cuenta que el playoff se le complica, porque UCAM y Tenerife no le van a regalar nada. La victoria del Río Natura desciende virtualmente al Gipuzkoa (sólo le salva un triple empate con Obradoiro y Estudiantes, pero para eso los donostiarras tienen que ganar todo, los gallegos perderlo y el cuadro colegial sumar sólo una más, para ponerse todos en nueve), a no ser que un año más no haya incorporaciones desde la LEB. Al Estu le hizo una faena gorda la resolución del partido.

El Obradoiro era un manojo de nervios. Quiso llevar el partido al caos y el Bilbao, en su línea de todo el año de parcial va parcial viene y eso que parecía haberlo desterrado mirando al juego interior, no le puso remedio. Con 20 pérdidas no se va a ningún lado hoy en día. El inicio (4-10) fue un espejismo, ya que sólo emergió cuando todo parecía perdido, desde la agonía, eso que tanto le pone. Y lo acabó pagando. Vasileiadis reapareció con ovación. Fuera de forma, aún ocupa el sitio de dos jugadores pero su carisma hace mucho. Refrescó la célebre 'Ley de Kostas' y un triple suyo al empezar el segundo período otorgó la primera ventaja local: 20-17, tras un cuarto inicial de puro tanteo entre ambos.

Mumbrú desarrolló todo su talento y tiró del carro cuando el ataque bilbaíno se obstruía. No circula la bola porque Hannah en ocasiones parece saturado. Al menos sus puntos y las diez asistencias hicieron rozar el milagro en tierra del Apóstol. Los grandes andaban blanditos y el capitán siempre está ahí. Brown, Bendzius, Caloiaro... los triples llovieron sin nadie punteando el tiro. Seis empaquetaron los locales en el segundo acto. Además, el Dominion regaló unos tiros libres que a la postre fueron decisivos. Llevaba el Obra 22/22 en esa línea (al final, 36 puntos desde ahí) hasta que falló por fin Trigueros, encima un par de ellos seguidos. Sito pudo controlar el rimo con sus dos bases principales. Bertans dio un paso al frente apretando los dientes para forzar la prórroga. Cuando lo fácil habría sido caer a la fosa, Bendzius salió al rescate con dos triples consecutivos respondidos por otro de Mumbrú, aunque este se fue al instante al banco con cinco faltas y el Obradoiro aprovechó para decir 'hasta luego'.