Los Raptors remontan 17 pts en la exhibición de George (39)
Un triple de Solomon Hill estuvo a punto de empatar el partido sobre la bocina, pero la victoria se quedó en Toronto gracias al 4º cuarto.
Los Toronto Raptors están a solo un paso de lograr su primera victoria de la historia en una serie de playoffs a siete partidos. Y no ha sido nada fácil llegar a esta posición. Tras ganar 56 partidos en temporada regular (su mejor marca de siempre), la franquicia canadiense ha tenido/está teniendo todo tipo de problemas contra unos Pacers que se clasificaron para la post temporada como el séptimo mejor equipo de la Conferencia Este. De hecho, ayer estuvieron a nada (unos minutos) de tener que viajar a Indiana por debajo en el marcador para enfrentarse a una potencial eliminación que sería devastadora (otro año más...). Sin embargo, el barco recuperó milagrosamente su curso en un último cuarto que ya es historia de los Raptors: 13 abajo con 12 minutos por jugar y contra un Paul George desatado (39+8+8), los locales encontraron la convicción necesaria para llevar a cabo su remontada más importante en post temporada. Con un parcial de 25-9 en el último periodo, los de Casey, que defendieron como jabatos, molestando en todos los tiros de sus rivales, le dieron la vuelta a un choque que tuvo tensión e intriga hasta el pitido final. Solomon Hill anotó sobre la bocina un triple que daba el empate a los suyos y que hubiera llevado el partido a la prórroga, pero no consiguió soltar el balón a tiempo.
La victoria de los Raptors, que pone el 3-2 en la eliminatoria (sin Scola por decisión técnica; Casey puso a Patterson), devuelve la presión a unos Pacers que se vieron con la miel en los labios en la noche del martes (hasta 17 arriba, 7-10 en triples en el primer cuarto). Paul George se convirtió en el cuarto jugador de la franquicia de Indianapolis que anota al menos 39 puntos en una derrota de playoffs (Reggie Miller, Anthony Johnson y Chuck Person). El sexto partido se jugará en la madrugada del viernes al sábado en el Bankers Life Fieldhouse. Y por cierto, vaya mate de Norman Powell. No se lo pierdan.