El Herbalife Gran Canaria sigue soñando con la cuarta plaza
El Herbalife de Aíto sigue buscando su récord de victorias en la Liga ACB toda vez que la quinta plaza está mucho más difícil, aunque no imposible todavía.
Tras la decepción europea, el Gran Canaria se ha levantado como el equipo grande que es. Tras ganar en Zaragoza y esta mañana al Andorra, la plantilla de Aíto García Reneses, inamovible de la quinta plaza, aún sueña con alcanzar al Laboral Kutxa. Esta mañana, un gran segundo cuarto apuntaló una victoria que fue pan comido en la segunda. El Morabanc Andorra, pese al enorme partido de Shermadini, se quedó a medias.
Se esperaba un intenso duelo entre Omic y el propio Shermadini, dos de los mejores pívots de la competición. El Herbalife empezó planteando sus ataques con cargas de balones continuas al gigante esloveno, y este respondió con los 6 primeros puntos de su equipo para el 6-2 inicial. Ocurre que no es el Morabanc Andorra un grupo que plantee una fácil rendición, por lo que un triple de Bognadovic, tan rápida como fue su respuesta a otro de Salin, mantenía en órbita al equipo del Principado (11-9).
El propio Salin, venido del frío pero con la muñeca fogosa, volvía a encestar desde más allá de los 6,75 (acabó el partido con 4/4 desde la larga distancia), 17-11, pero la formación adiestrada por Joan Peñarroya se las ingeniaba para mantenerse totalmente dentro del partido al final del primer cuarto (22-18).
El segundo parcial se inició con un triple de Bogdanovic, 22-21, y poco después un 2+1 de Shermadini, 13 puntos ya sin apenas hacer ruido, de ahí su peligro (acabó la primera parte con 13 puntos y 5 rebotes y con una clara ventaja en su duelo particular con Omic) le daba al Andorra su primera ventaja, 24-26, desde el ya lejano 0-2. Con todo igualado, 30-30, el Gran Canaria pareció enfurecer, y con un parcial de 15-4, coronado por un lujoso triple de Pangos, se marchaba al túnel de vestuarios con una ventaja más que notable, 45-34, tal y como se había desarrollado la primera parte.
De tan controlado que tuvo el Gran Canaria el partido, en ningún caso pudo ni siquiera el Andorra empezar a pensar en la remontada. Es verdad que un triple de Stojanovski enardecía una llama a punto de morir, 49-41, pero el estreno anotador de Kuric volvía a dejar la distancia en +10 a favor del Granca, 51-41.
Ocurría que, en medio de la espesura ofensiva colectiva, al árbitro Castillo le dio por ser protagonista, obviando su faceta de actor secundario, y su difuso criterio en ambas canastas contribuyó a que el partido fuera en exceso trabado. Y claro, ese ritmo, sin agobios en el marcador, le convenía al Gran Canaria, que golpe a golpe a golpe, pulgada a pulgada, estaba cimentando su 19ª victoria. Hubo tiempo también para que Brad Newley se reivindicara, y con cuatro puntos seguidos le dio al Herbalife la máxima del partido hasta el momento, 67-52, cuando bajaba la persiana del tercer cuarto.
Al poco de empezar el parcial definitivo, un triple de Pangos traía el 72-55 y, de paso, sentenciaba la contienda. Una bandeja postrera de Omic, que por fin despertaba, supuso el +19, 76-57, ante un Andorra para el que no bastaba el soberbio partido, uno más, de Shermadini, cuyo 21º punto del envite apenas bastaba para el 80-65. Dos triples seguidos de Betinho Gomes apenas inquietaron al Granca, 84-73. De hecho, era lo máximo a lo que aspiraba acercarse el rival. Aguilar y Paulí pusieron todo de su parte, puro espectáculo el suyo, para ese 98-85 final.
Así, el Herbalife sigue buscando su récord de victorias en ACB toda vez que la quinta plaza está mucho más difícil, aunque no imposible todavía, tras la victoria del Laboral Kutxa en Fuenlabrada (97-108). Mientras, Morabanc Andorra no debe descuidarse si quiere evitar sustos clasificatorios. Y es que, en días como hoy y ante rivales exigentes, no le basta con Shermadini y Betinho.