MOVISTAR ESTUDIANTES 71-OBRADOIRO 70
El Estudiantes sale del descenso tras un final de infarto
Un tiro libre de Jaime Fernández a 1,1 de acabar el partido sacan del 'pozo' a los colegiales 23 jornadas después. El Obra, 18 derrotas en 20 partidos.
De infarto fue el final del partido que dio la victoria al Movistar Estudiantes sobre el Obradoiro (71-70), con un Jaime Fernández salvaron a 1,1 segundos del final gracias a un tiro libre. Taquicárdico un desenlace que permite a los madrileños salir del descenso tras 23 jornadas y que desploma un poco más a los gallegos, que tuvieron en el palmeo de Brown la opción de triunfar en un partido que, como era de esperar, se inició con mucho nervios y acabó de la misma forma. Bendita locura.
Ansiedad, intranquilidad y temor era lo que trasmitían ambos equipos al comenzar. Las defensas y los ataques turnaban errores impensables en otra realidad donde ninguno está tan abajo. Ni Estudiantes, ni Obradoiro aprovechaban las ocasiones en el que su oponente entraba en barrena. Ni uno, ni el otro lograban despegarse en el marcador y, de esta forma, las máxima ventajas nunca subieron de los cinco puntos (11-16, 1:40). Las virtudes estudiantiles y gallegas eran reducidas al cero por sus limitaciones. El Obra sacaba provechó, una y otra vez, de los 211 centímetros de Maric (30-38 al final) y del acierto exterior (5/10) que se desplomó al final (7/25), con Caloiro de ejecutor (16). Mientras, sus pérdidas (14) eran una bendición para el equipo de Sergio Valdeolimillos. El técnico supo superar el rompecabezas que le regalaron Xavi Rey y Simpson en modo de faltas, con Pumprla como efecto balsámico en la defensa.
Pero era cuestión de tiempo que alguno colapsara y la moneda cayó cruz para el Estu que, seamos sinceros, jugó mal y logró la victoria por arranques de fuerza y sentimiento. Las ideas en ataque se acabaron y un triple de Kolesnikov y un 2+1 de Hawes propiciaron un parcial 3-13 (38-48) a mediados del tercer cuarto. El +10 recompensaba el buen trabajo en ataque y en defensa de los compostelanos, que sin entender nada veían a los madrileños revivir (una y otra vez) con la conexión Salgado-Simpson. Dos 2+1 (49-53) del estadounidense dejaban el último periodo sólo para los más valientes... y los que tuvieran los ánimos más templados.
Y esos parecían ser los hombres de Moncho Fernández. El Obradoiro mantuvo la calma cuando el Estu se ponía en la frontera, pero al final sucumbieron y fue demasiado cruel el castigo del final para su gran partido. Les sobró un minuto. Primero dos triples seguidos de Salgado (vital su tranquilidad, veteranía y comprensión de los tiempos) daban la oportunidad a Laprovittola de volver a destacar. El base empató a 68 con una canasta de genio y ahí empezó el caos más bonito para el Estudiantes
Kolesnikov anotó rozando el triple para que el argentino volviera a igualar desde la línea personal. Con el último minuto en juego, el ruso al igual que Jaime Fernández fallaban desde el triple. El error del capitán estudiantil pudo ser muy grave: la contra dejó a Pepe Pozas debajo del aro y... falló. Era imposible, pero falló un lanzamiento que en las precipitaciones y nerviosismos de los 10 segundos finales, hicieron de Kolesnikov un héroe para la grada. Cometió falta sobre Fernández y el base lograba el triunfo para los colegiales que respiraron con alivio al ver inconclusa la acción de Brown. Su canasta habría hundido al Estudiantes. Sus dos puntos habrían curado el profundo estigma de los suyos: 18 derrotas en los últimos 20 partidos. Eso sí, el basket-average es suyo y es muy importante.