NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

GRAN CANARIA 68-VALENCIA BASKET 84

Un rocoso Valencia se impone en el día de la vuelta de Kuric

El escolta regresó con 9 puntos y tres triples después de superar un tumor cerebral. El equipo levantino apuntala la segunda plaza. La 4ª, más lejos para el Gran Canaria.

Kuric
KuricCARLOS DIAZ RECIODIARIO AS
LIGA ENDESA

Dicen que lo bueno se hace esperar. Esa fue le táctica de esta tarde del Valencia Basket, cuyo impecable segundo tiempo le bastó para llevarse una gran victoria de Gran Canaria (68-84). El equipo de Pedro Martínez resurge tras las dudas, mientras que el Herbalife sigue anclado en la quinta plaza, que de momento no corre peligro.

El partido estaba desde luego mediatizado por la vuelta de Kyle Kuric, todo un ejemplo de superación ante la adversidad física. Ese triple, primera canasta en el día de su regreso, lo metió todo el basket español, de tan esperada que era su vuelta a las canchas. Poco antes el protagonismo había sido de su compañero Salin, que con 8 puntos seguidos, 2 triples mediante, le daba las primeras ventajas al Gran Canaria (8-5), y tuvo que ser Eulis Báez quien metiera la primera canasta local sin acento finlandés, 10-7. Pese a que el Herbalife amenazaba con irse seriamente, 14-7, un triple de San Emeterio para el 14-10 y otro de Stefansson para el 14-15 coronaban un 0-8 de parcial que le dio ventaja al Valencia. Después llegó ese triple de Kuric, y la igualdad presidía el marcador al final de los primeros 10 minutos (19-16).

Nada se sabía hasta entonces de Omic, anulado mutuamente en su duelo con Hamilton. Fue el gigante esloveno quien inaugurara el segundo cuarto, 21-16, y entre Aguilar, con dos triples, y Rabaseda le dieron al Gran Canaria un +11, 29-18, que obligaba a Pedro Martínez a parar el partido cuando no se habían consumido ni tres minutos de este parcial. Poco efecto surtió ese tiempo muerto pese a la pujanza de San Emeterio, pues poco después Rabaseda reventó el aro rival para darle de nuevo una clara ventaja a los insulares (36-27).

Ocurre que el Valencia no se terminaba de descomponer ni con el tercer triple de Aguilar, 39-34, y un 2+1 de Shurna le hacía tener al Herbalife a punto de caramelo, 39-37. La última canasta del primer tiempo fue de Kuric, por supuesto un triple. Con un ajustado 42-37, y con todo por decidir, tocaba enfilar la galería de los vestuarios en medio de una sonora pitada al trío arbitral, acaso confuso a la hora de aplicar su propio criterio en uno y otro aro y con una altanería incomprensible.

Ni que se hubiera quedado clavado en la escalada al Pico de las Nieves, punto más alto de Gran Canaria, el Herbalife entró a la segunda parte con una pájara de la que bien se aprovechó el Valencia para retomar la ventaja, 42-43, con un fugaz parcial de 0-6. Menos mal para los locales que Omic, con 4 puntos, y Kuric, con su tercer triple, mantenían a su equipo dentro del partido y además con ventaja (49-45).

Como todas las plantillas de Pedro Martínez, el Valencia Basket goza de una dureza mental a prueba de todo y más. Poco importaba que el Granca se distanciara, pues tanto respondía Shurna, como Dubljevic como Stefansson de tres para poner de nuevo a su equipo por delante (58-59). En medio de esa bacanal ofensiva, de nuevo Shurna se elevó celestial desde más allá del 6,75 para poner en problemas al Herbalife al final del tercer cuarto (58-64).

Al alba del último parcial entró en juego Newley, ex del Valencia, por primera vez en el partido. Apenas se notó este movimiento de Aíto, pues Diot, con 4 puntos seguidos entrando como si fuera el salón de casa, le da daba la máxima a los suyos hasta entonces, 60-68. El Granca, fallón cono nunca, desgraciadamente inconsistente, se enredó en la trampa taronja y el partido estaba prácticamente decantado a mediados de este periodo (62-72 tras la primera canasta de Sato). Poco después se repitió esta situación tras una bandeja de Sikma, 64-74 a falta de 2:52, y García Reneses se vio obligado a pedir muerto para gastar la última bala de la que parecía disponer. Pero nada, pólvora mojada. Vives, de tres, celebró como si le fuera la vida en ello la sentencia del partido, 66-79. Ahí se apagó la llama amarilla tras el maguerazo naranja.

Nada que objetar, nula oposición amarilla tras el descanso. Y es que el equipo taronja fue mucho mejor en el día de Kuric. Ese 68-84 solidifica los cimientos de la 2ª plaza del Valencia y aleja definitivamente, salgo milagro, al Gran Canaria de la 4ª.