Laprovittola bate a Kuzminskas y el Estudiantes vuelve a creer

Vital. Así ha sido la victoria del Movistar Estudiantes este domingo ante el Unicaja de Málaga (91-84). No sólo por sumar la séptima de la temporada, sino por aprovechar por fin los fallos del resto de rivales directos para la salvación. Gipuzkoa perdió y Obradoiro, igual. Los gallegos ponen la barrera entre la ACB y la LEB y después de perder 12 de sus últimos 13 partidos, se ven empatados en la clasificación por los colegiales, que llevan veintidós jornadas en plazas de descenso. Y al Obra se le aparece un feo panorama por delante: viajan a Madrid la próxima semana, para enfrentarse con este Estu repleto de moral tras un triunfo imposible en el primer cuarto, trabajado en los dos siguientes y rematado en el último con Laprovittola, una vez más, de salvador. El base alcanzó la máxima anotación estudiantil en dos años.

Una vez más el argentino fue el mejor. Hizo 29 puntos (6/8 en triples y 28 de valoración), ganó su duelo individual con un inmenso y fantástico Kuzminskas (26, 5/5 de tres y 31) y dejó esa sensación diaria de que la temporada hubiese sido diferente con él y Simpson desde el principio. Pero esto es lo que hay y la alegría de ahora, era desesperación al principio del partido, porque el 4-2 inicial fue la única ventaja estudiantil en los primeros 20 minutos.

Desde ese punto hasta el descanso, el equipo colegial fue a remolque, a excepción del empata a 35 tras tres puntos seguidos de Nacho Martín (16), por culpa de un primer cuarto que recordaba a los de principio del curso: nervios y fallos en el pase, permisividad a los contraataques visitantes y errores en las ayudas defensivas que permitían, una y otra vez, que la vanguardia de Joan Plaza encontrará paz desde un perímetro que hizo de Kuzminskas un gigante entre niños.

El lituano arrasó de inicio con 18 puntos y un 3/3 desde el triple que llevó, junto a otro tiro exterior de Alberto Díaz, al +12 (13-25). Los 26 tantos recibidos por los madrileños, no eran un buen augurio, pero los malagueños frenaron. Una mayor seriedad local, sumada a la reducción en el acierto exterior (0/4) y la verticalidad hacia canasta de Jaime Fernández (9), permitían a Nacho Martín poner esa igualada que duró un suspiro en el marcador: del 35-35 al 37-42 de un descanso en el que Laprovittola llevaba sólo 9 puntos. 

Una anotación que se quedó en un chiste con su erupción del tercer cuarto, en el que la estopa se repartía desde la línea de tres puntos con 10 en total, 6 para el Estudiantes y 4 para el Unicaja. El base imprimió ese carácter argentino que tanto ha dado desde su llegada a los madrileños. Logró cuatro seguidos para hacer frente a los cansinos aguijonazos visitantes que llevaron al 49-59 por obra y gracia de, una vez más, Kuzminskas. El alero vio como antes de pisar el último cuarto ya había roto su récord personal de anotación esta temporada con 22 puntos. Juancho Hernangómez cerraba el periodo con un canastón desde el casi el centro del campo (63-65), dejando todo más que abierto con Nedovic (17) sumándose al festival para el equipo de Joan Plaza.

El ex NBA paraba las expectativas estudiantiles cada vez que sacan la cabeza del agua (65-65 y 70-70),  pero ahí se secó el Unicaja. No hubo más alardes, ni más embestidas. Ni Kuzminskas (35 minutos sin casi rotar son muchos para las piernas), ni Nedovic, ni nada. Parón total. Desde el minuto cinco hasta los últimos 20 segundos, los andaluces sólo lograron anotar 9 tantos. El Estudiantes, 17, con Nacho Martín cogiendo importancia (la que tiene) y Simpson lazando sin error (milagro) desde la personal. ¿El resumen? 91-84 y fiesta en el Palacio. Un paso adelante para la salvación para los madrileños y un paso atrás para los malagueños para lograr ser cabeza de serie en playoffs. Mundos diferentes.