MOVISTAR ESTUDIANTES 80- IBEROSTAR TENERIFE 84
Abromaitis (23) y Beirán (12) aparcan la reacción del Estu
El estadounidense y el excolegial acabaron desde el perímetro con unos madrileños con problemas en las pérdidas y los tiros libres. White, importante al final.
No pudo ser en esta ocasión. El Movistar Estudiantes no logró enlazar su tercera victoria consecutiva al caer ante Iberostar Tenerife (80-84), que supo controlar mejor los últimos instantes de un partido que deja a los locales en espera, al menos una semana más, de conquistar su sueño de salir del descenso. El próximo duelo será en Zaragoza, frente al CAI. Otro duelo bajo el sol. A vida o muerte. Una costumbre ya en el Ramiro.
El equipo madrileño no es el de hace meses. Es más constante, más tranquilo. No se desmorona como antes cuando la tormenta azota con fuerza. Pero tampoco lo es el Tenerife desde que lo cogió Vidorreta. El exentrenador estudiantil saca el máximo provecho de todo el arsenal que le dan. Lo demuestra con el Tenerife (que ya venía bien de serie, pero no se encontraba) al igual que lo hacía con el Estu. Los isleños tiraron de su lógica y a base de triples (como ante el Real Madrid) pararon los latigazos del Estu, primero, y maniataron su rebelión, después. Todo ello con dos nombres propios: Abromaitis (23 puntos para 21 de valoración) y Javier Beirán (12 con 4/5 desde la línea de tres).
Hasta el aterrizaje de esos dos hombres, los de Valdeolmillos tiraron de lo aprendido desde la segunda parte en Andorra y que mantuvieron frente al Bilbao y en Valencia: hay recursos para salir del pozo y, lo que es más importante, ideas de como utilizarlos. Hay un plan, tanto en ataque como en defensa y, salga bien o mal, es al menos consistente y da más frutos que la locura de antaño. Jaime Fernández (18) abrió el espectáculo con un robo que acabó en canasta y Hernangómez (5) lo continuó con un alley oop a pase de Laprovittola (17). Los tinerfeños, mientras, sacaban petróleo en la zona con Sekulic (primera parte) y Jones (en la segunda).
Los interiores visitantes eran como martillos contra un Simpson (y un Nacho Martín) que nunca encontró el ritmo del partido por las faltas. El estadounidense es vital en defensa y en el rebote, y Vidorreta lo sabía. Había sido pupilo suyo. Lo cargó rápido de faltas y le obligó a ir a la línea de tiros libres cuando pudo. ¿Resultado? Cuatro personal y un 2/6 desde la línea (7/13 en conjunto). Objetivo cumplido.
El Estu lograba domar al verdugo del Real desde el triple en el primer cuarto. Acabó con 9/19, tres de ellos en los 12 minutos iniciales con Laprovittola soltándose y Fernández gustándose. Pero como toda acción tiene su reacción, cuando los colegiales mejor estaban (33-21, máxima del partido para ellos), Abromaitis salió de la terminal de Barajas: 3/6 desde el triple. Después de un 0/5 inicial desde el perímetro, el Tenerife arreó una buena dosis de su mejor arma (10/25). El parcial 0-13 (33-34) les ponía por delante y clavaba el ataque local que se volvió impreciso y descuidado en varias fases: 15 pérdidas al final con varias infantiles y tontas. Nacho Martín (14) dio un respiro con un triple para cerrar la primera parte que dio paso al momento Beirán.
El exestudiantil rompió el Palacio con cuatro triples. No dudaba. Sólo anotaba. Su mano puso el 54-62 premonitoria de cómo iba a acabar todo. Jaime Fernández daba aire (del 56-64 al 61-64) a una resistencia guerrillera de la que Pumprla se contagió (66-68) y que Simpson ya traía de casa (70-71). Beirán y White (16) bombardearon a esos rebeldes con un parcial 2-7 cuando aún había esperanza, pero nada más pudo hacer el Estudiantes contra un equipo que ya vislumbra los playoffs por méritos propios. El Estu, por su parte, deberán continuar en la lucha. Nada nuevo bajo el sol, la verdad.