Triunfo pero lío en Cleveland: ¿conflicto LeBron - Kyrie Irving?
Después de dos derrotas, los Cavs ganaron con mucho sufrimiento y 33 puntos de LeBron a los Pacers. Pero la relación de Irving con el equipo no está en su mejor momento.
Después de perder en Toronto, LeBron James cuestionó la fortaleza mental de sus Cavs, absolutamente sus Cavs cuando ni compitieron en Washington en ausencia del Rey. Se trata de una circunstancia crucial por el nivel del ausente, esto es obvio, pero también porque el equipo no ha desarrollado suficientes automatismos para mantener su estilo sin él. Lue habló de la creación de juego sin LeBron, JR Smith dijo que quizá no se estaban tomando las cosas lo suficientemente en serio (JR Smith…) y las miradas giraron hacia Kyrie Irving, que desde luego está tardando en coger regularidad y explosividad tras su larga ausencia por lesión, pero del que se sugiere que anota mucho... pero debería asistir más. Para un jugador que acumula tanto bote, 4,4 asistencias por partido son pocas.
Así que a Irving le mosquea ese planteamiento, a LeBron le mosquea que un año más tenga que cargar con tanta responsabilidad (y desgaste) en tantas noches de Regular Season y el estilo algo más frontal de Lue, contra la excesiva mano derecha de Blatt, tiene en mayor tensión a las estrellas de un equipo carísimo y teóricamente lo suficientemente profundo como para competir sin LeBron. No en una final contra los Warriors, pero sí en partidos de febrero ante rivales como los Wizards. En Ohio se ve de dos maneras: unos creen que este equipo no ha desenredado nudos que le volverán a la penalizar si llega a las Finales (cuando llegue a las Finales...), y los más pesimistas creen que puede ser el año en el que, como mínimo, sude la gota gorda para salir como superviviente de un Este mejor. Otros siguen dando el beneficio de la duda a LeBron James, básicamente porque lleva cinco años seguidos jugando las Finales y tiene una marcha más, y suficiente acompañamiento, para regresar a ellas mientras no se demuestre lo contrario. Algunos comparan la situación actual con los Raptors a la de hace un año por estas fechas con los Hawks. Aquello acabó en 0-4 para los Cavaliers en la final de Conferencia. Así que…
Así que, en esas, llegaba Indiana Pacers a The Q. Uno de los rivales más odiados por LeBron en sus años de Miami y otro equipo necesitado. Ambos con dos derrotas seguidas, se enzarzaron en una de esas peleas de gallos del Este sobre las que flota la sensación de que ganará el que enlace un puñadito de buenas jugadas. Ganaron los Cavs (100-96), con incidencia esencial de los secundarios y algo de aire: 42-17, otra vez dos partidos y medio sobre los Raptors. Y los Pacers, en ese carretera comarcal atiborrada de tráfico que es el Este entre las posiciones tercera y décima, caen con tres derrotas consecutivas al octavo puesto (31-29). A dos partidos del quinto... y uno y medio por encima del décimo. Alerta roja constante hasta abril.
LeBron regresó de su noche libre con 33 puntos y un 14/22 en tiros que marcó el tono desde el inicio: metió 6 de sus 8 primeros lanzamientos mientras sus compañeros arrancaron con un 2/14. Mozgov volvió al quinteto (intrascendente en 15 minutos en pista) para reordenar la rotación con Tristan Thompson desde el banquillo. Y fue el canadiense (14 puntos, 11 rebotes) el que decidió el partido con una buena canasta y un tapón a Monta Ellis, todo con 94-94 y tras un triple de Dellavedova que absorbió la última ventaja pacer (91-94 a 73 segundos del final). No fue bonito pero fue un alivio, vista la carga eléctrica del ambiente. Irving, centro de casi todas las miradas, cerró el partido desde la línea de tiros libres y terminó con 22 puntos y 6 asistencias. Love, con 13 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. Suficiente esta vez, suficiente mientras debatimos sobre este equipo… y les seguimos dando como clarísimo favorito para regresar a la Final de la NBA. Eso seguirá siendo así… mientras no se demuestre lo contrario.