LeBron descansa y los Wizards aplastan a unos tristes Cavs
Lue decide que LeBron no juegue en primera jornada de back to back y los Cavaliers ni compiten en Washington. Y siguen perdiendo margen de error (41-17) ante los Raptors.
Tyronn Lue dijo después de un partido pésimo de LeBron James en Detroit que tenía que haberle dado descanso y que más le valía seguir su instinto a partir de ahora. Así que, instinto de Lue, LeBron descansó en Washington, dos días después de la dura derrota en Toronto y uno antes de recibir a los Pacers en The Q. Total, que los Cavs se desconectaron sin su referente y jugaron un partido horrendo en la capital, donde se vieron apabullados (113-99 con mucho maquillaje final) por unos Wizards que han ganado cinco partidos seguidos en casa y que aprietan hacia unos playoffs que vieron lejísimos: 28-30, a dos partidos de los Bulls. Por arriba, en una Conferencia en la que va a haber mucha tela que cortar en las próximas seis semanas, los Cavaliers quedan en 41-17 y su margen de error ante los Raptors es ya mínimo. Lo que viene será interesante.
Mientras, LeBron seguirá con su consiga de que da igual ser primero que segundo, que solo necesita que sus compañeros le lleven a los playoffs para que empiece el trabajo de verdad. A priori su equipo será favorito (en su Conferencia) pase lo que pase, pero sigue sin resolver un buen puñado de esas cosas de las que no sabemos si se tendrá que acordar en el camino a la Final. En ella… En cualquier caso, LeBron se marchó al vestuario superado el ecuador del último cuarto y con el marcador en 108-81. Desde luego no le gustó lo que vio. No podía gustarle. Los Cavaliers salieron a jugar con poca tensión, superados por la intensidad de los Wizards en las zonas y desbordados por John Wall, que sin jugar en el último parcial acabó con 21 puntos, 7 rebotes y 13 asistencias.
El despegue definitivo llegó en el tercer cuarto: tres triples seguidos de salida de Porter (cuatro en esos doce minutos) para 21 puntos y 5 rebotes del alero ahora falso ala-pívot. Con eso y un poquito de todos (sobre todo de Gortat y Beal) el partido se ventiló rápido. Kyrie Irving acabó con 28 puntos (16 en el primer tiempo) y Kevin Love con 12 y 5 rebotes en solo 23 minutos. Frente a un rival mucho más metido en el partido, mucho más móvil y mucho más rápido en transición, los de Lue se limitaron a tirar triples sin suerte, a ver pasar por delante a Wall como un torbellino y a encajar un montón de puntos cerca del aro sin apenas respuesta de Love y Tristan Thompson. En fin, un día para olvidar para unos Cavs que, ausencia de LeBron al margen, no están precisamente en un momento de máxima inspiración.