ATLANTA HAWKS 103-CHICAGO BULLS 88
El 'doble-doble' de Gasol no impide la derrota de los Bulls
El español acabó con 16 puntos y 17 rebotes. El equipo de Chicago volvió a cometer los mismos errores del pasado y pierden por tercera vez ante los Hawks.
Los Chicago Bulls saltaron al Philips Arena de Atlanta plenos de confianza. Tras atravesar un duro bache de cinco derrotas consecutivas, los últimos tres partidos se habían saldado con victoria. En dos de ellos sin Butler, Noah, Mirotic y Rose. Casi nada para un equipo que juega cada noche con la soga al cuello. Encadenar algunos baches más y adiós a los playoffs. Ante la franquicia de Georgia, por segundo encuentro seguido, el base no pudo saltar a la cancha. Un pequeño dolor (isquiotibiales de nuevo) significa detención inmediata. No hay discusión, ni debate posible.
Jugar sin tus principales hombres puede salirte bien (como se vio en la racha positiva), pero frente a los Hawks no se logró que la magia surgiera: los Bulls cayeron (103-88) y vuelven a ser octavos en el Este. Otra vez permitieron 100 puntos. Es la 12º partido seguido que lo consiente, siendo la racha más larga en los últimos 30 años. Se dice pronto, pero muestra una debilidad congénita que nunca se vio Thibodeu. En los cinco años que pasó el exentrenador en Chicago la media de puntos encajados era de 92,4 (con su pico más alto en 97,8 el pasado curso). Con Hoiberg, en su primera campaña en el banquillo, la cifra se eleva hasta los 102,3, el peor registro desde la temporada 2008-09 (102,5). Esta falta de rigor atrás es un dolor de cabeza para unos Bulls que deben remediarlo con unas grandes actuaciones ofensivas muy difíciles sin tres grandes anotadores (como señalé antes: puedes ganar o perder sin tus estrellas, pero no puedes controlar tu destino). En los 10 últimos partidos sin la centena de tantos a su favor, el equipo de Chicago sólo ha ganado uno.
El final de la primera parte creó dudas en los Bulls... y también en los Hawks, para que engañarnos. El resultado era 51-44. Un marcador abierto al que se llegó tras un acierto desde el triple de 3/30 entre ambos equipos. Las dos franquicias sólo hicieron un 10% desde el perímetro (Atlanta, 2/20-Chicago, 1/10). El acierto de dos fue la única salvaguarda para poner puntos en el casillero: Atlanta, 19/31 (61,3%) y Chicago, 17/35 (48,6%). Al finalizar el partido el panorama no era muy diferente. Ambos se quedaron en malos porcentajes en el lanzamiento de tres, con los de Georgia en un 20,6% (7/34) y los Bulls en un 25% (5/20).
Esta debilidad en la larga distancia, se vio acentuada en los chicos de Hoiberg por una mala circulación de balón, el aspecto que les elevó en las últimas victorias. En los tres partidos anteriores, el equipo logró 88 asistencias (29,3 de media) y mantenía el nivel de pérdidas de toda la campaña (13,5). Frente a la defensa de Budenholzer, hicieron solo 19 pases a canasta y sufrieron 21 perdidas que dieron 27 puntos a los locales. Con estas debilidades, los Hawks se pusieron en el tercer cuarto 18 arriba con un triple (¡sorpresa!) de Jeff Teague (72-54). El base fue uno de los cuatro titulares que acabó con dobles dígitos en anotación. Logró 19 (máxima del equipo), Horford llegó a los 18, Bazemore, a los 17 y Millsap tuvo 12 tantos y 13 rebotes.
Mientras los Bulls se atascaban a la hora de encontrar los mejores huecos, los actuales campeones del Este mantuvieron su dogma. Son segundos esta temporada con 25,4 asistencias y esta madrugada hicieron 28. A pesar de todo (y más), Hoiberg y los suyos no bajaron los brazos. Aupados, otro día más, en un gran McDermott (20 puntos, la misma media de los tres partidos previos) y de un solitario Pau Gasol (16 tantos y 17 rebotes; 33º doble-doble de la temporada) se pusieron a 10 con sólo cuatro minutos por disputarse. Pero 5 puntos seguidos de Al Horford pusieron fin a un duelo que consolida el dominio de los Hawks sobre los Bulls esta temporada. El equipo de Georgia lleva un tres de tres en enfrentamientos directos con una diferencia media de 17,6 en el resultado. En fin. Mañana saldrá de nuevo el sol.