La esperanza de los Wolves de Ricky se llama Towns (28+13)

Los mejores se distinguen de los muy buenos porque no fallan casi nunca. Noches tras noche, aquellos que forman la élite de la Competición saltan a los parqués de la NBA y consiguen sus números, sus victorias y sus momentos de gloria. Pues bien, si hay una buena noticia esta temporada para unos Timberwolves que siguen de reconstrucción en reconstrucción desde aquel traspaso de Kevin Garnett (van a ser 11 temporadas en negativo y 12 sin playoffs), esa noticia tiene nombre compuesto, amigo invisible (--Karlito--) y apellido: Karl-Anthony Towns. El rookie no ha dejado de mejorar en los 56 partidos, y tiene la facilidad de los más grandes para hacer estadística. Evidentemente, los Wolves no pueden aspirar a nada solo con una pieza, pero la NBA pertenece a los mejores jugadores del mundo y el ex de Kentucky lo tiene todo para convertirse en uno de ellos. Por algún sitio hay que empezar.

Towns acabó ayer con 28 puntos y 13 rebotes en la victoria de su equipo ante los Boston Celtics, uno de los conjuntos más en forma de la Conferencia Este (venían de ganar 11 de 14). El ala-pívot parece haber adelantado por la izquierda al mesías Andrew Wiggins, que se dice pronto. Y no impresiona por los números que pueda acumular una noche cualquiera, ni tampoco por la facilidad con la que parece lograrlos, sino por la regularidad con la que está siendo capaz de liderar a su equipo pese a tener tan solo 20 primaveras.

Con unos promedios de más de 17 puntos y más de 10 rebotes por partido, Towns, claro favorito para llevarse el premio al mejor novato de la temporada, ha sumado dobles-dobles en 13 de los últimos quince partidos. Sus 20+10 ya no sorprenden, como pasaba con Anthony Davis. ¿Y por qué no sorprenden si hablamos de un rookie? Porque el '32' no es uno más; es una estrella, un diamante en bruto que hará barbaridades antes de que nos demos cuenta. Towns es la gran esperanza de los Minnesota Timberwolves.

En cuanto al choque, sorprende la derrota de unos Celtics lanzados en una cancha como el Target Center. Pero claro, a Sam Michell le salió casi todo. Además de la gran actuación de su rookie estrella, los Wolves contaron con un buen partido Ricky Rubio en la dirección (15+8+8), ayudaron Tyus Jones (9) y Muhammad (13) desde el banco, LaVine y Wiggins cumplieron (discreto el canadiense y muy acertado desde el triple el matador) y Dieng, cada día más importante, se permitió el lujo de sumar 17 puntos (7-10 en tiros) y capturar 12 rebotes. Y en los rebotes estuvo seguramente la clave: 51-38 para los locales.

En los Celtics destacaron Avery Bradley (22) y Jae Crowder (27). Y perdieron pese a repartir 33 pases de canasta. Eso sí, los Wolves, como de costumbre, no supieron cerrar el partido y los visitantes tuvieron bola para empatar/ganar a 5 segundos del final: falló Marcus Smart.

Ricky y el +/-

Llevamos toda la temporada escuchando críticas y más críticas hacia Ricky Rubio. Hubo rumores antes del cierre del mercado y no sabemos si el español tiene el futuro asegurado en Minnesota. Sin embargo, hay un dato que refleja claramente la importancia del base en estos Wolves: con Ricky en cancha, cerca de +20 en toda la temporada; sin él, cerca de -230 (la captura es del partido de ayer).