Los Wolves de Ricky (18) arrasan en el duelo de las malas rachas
Minnesota y Phoenix llegaban al partido con un último balance de 1-13 y 1-12. Wiggins (18) y Towns (14) acompañaron al español que descansó en el último cuarto.
Wolves y Suns llegaban al partido tempranero de la noche de domingo (NBA Sundays) con las peores rachas de la NBA en los últimos partidos. Un 1-9 solo igualado por Charlotte Hornets, por debajo del 3-7 del equipo con el récord más nefasto de la Liga, los Sixers. El devenir de ambos equipos era aún peor mirando más atrás en el tiempo: 1-13 para Minnesota y 1-12 para Phoenix. Horroroso. Con esos mimbres no se esperaba un gran partido en el Target Center de Minneapolis. Y no lo fue. Lo único positivo es que alguno de los dos tenía que romper su mala racha. Y los Suns, un equipo abandonado a su suerte tras la lesión para toda la temporada de Eric Bledsoe, apenas opusieron resistencia ante unos Wolves también descartados (salvo milagro) para los Playoffs, que solo buscaban recuperar su orgullo y, a fin de cuentas, ganar de una vez.
Ricky Rubio lideró el ataque local con 18 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias, y le acompañaron en el tramo donde se cortó el bacalao del encuentro los dos últimos números uno del draft, Andrew Wiggins (18, 4 y 4) y Karl-Anthony Towns (14, 8 y 1). Por parte del conjunto de Arizona apenas destacaron Brandon Knight (20 tantos) y Markieff Morris (17). Chandler, pese a sus 8 tantos y 8 rebotes, dio pena.
Tras un primer cuarto igualado (24-23) con buenos minutos de Wiggins, el duelo empezó a romperse en el segundo parcial (58-48) y se vino definitivamente abajo con un tirón de los Wolves en el tercero (83-69). Ahí tuvo protagonismo ofensivo un Ricky más egoísta que de costumbre, que firmó buenos porcentajes al anotar dos triples de cinco intentos, 4/6 en tiros de dos y 4/4 en libres. Phoenix bajó por completo los brazos con una mala salida en el último cuarto (18-7) y el resto ya fue garbage time (minutos de la basura). Doce minutos sin titulares locales en la pista. Momento para disfrutar lo justo de algunas acciones de Dieng, LaVine y Muhammad, a falta de que Pekovic alcance su mejor forma (solo jugó 7 minutos).