Los Sixers también se ríen de los Wolves de Ricky Rubio
Los de Sam Mitchell han perdido siete de los últimos ocho. Los de Brett Brown, por su parte, han ganado tres de sus últimos seis.
Sam Mitchell ya no sabe que hacer. "Han jugado más duro que nosotros, mejor que nosotros. El problema no es la derrota, sino la manera de competir", dijo el técnico tras el choque. Y no le falta razón. Los Minnesota Timberwolves han entrado en una de esas rachas que acaban con las aspiraciones de los equipos jóvenes. Cierto es que nunca han sido un claro candidato a pelear por nada este curso, pero también lo es que podrían estar bastante mejor de lo que están. Siete derrotas en los últimos ocho partidos para un equipo que no encuentra su ritmo y que empieza a desesperar a sus seguidores. Caer en Philadelphia ante los Sixers (4-33) es tocar fondo, ¿no? Pues los Wolves han perdido seis de sus últimos ocho encuentros contra la peor franquicia de la NBA actual. Un desastre, vamos.
Ricky Rubio dirigió bien a los suyos (10 pases de canasta), pero no estuvo acertado de cara al aro (para variar...). Su 3-11 en tiros de campo no sorprende, pero sí preocupa (está en un 34% en TC, el peor porcentaje de su carrera). Aun así, como siempre, fue de los mejores de su equipo en sus minutos sobre el parqué (-1). Towns, recién nombrado novato del mes de diciembre (repite), también tiene derecho a fallar alguna noche (8+6) y Wiggins, que había anotado 32 puntos en el primer duelo ante los Sixers, se quedó en 16 y solo lanzó nueve veces en 25 minutos. El mejor de los visitantes fue un Shabazz Muhammad que levanta el interés de muchos equipos, como es normal: 20 puntos con un 8-11 en tiros de campo desde el banquillo. No se puede decir lo mismo de su compañero Zach LaVine, que sigue atascado. Mitchell cambió la rotación para devolverle galones (Tyus Jones jugó menos de dos minutos), pero el guard no está para nada en estos momentos (2-8 en tiros).
En cuanto a los Sixers, Ish Smith sigue siendo la revolución (21+11). El fichaje del base, que muchos han criticado (cortaron a Tony Wroten para hacerle hueco), está resultando un acierto a corto plazo. Tres victorias en los últimos seis partidos para un equipo que había ganado 1 de sus primeros 31 encuentros. El rapidísimo point guard promedia cerca de 15 puntos y 8 asistencias en sus seis partidos con la franquicia de Pensilvania.