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AS COLOR: Nº188

Los mejores momentos que ha dejado el baloncesto en 2015

El oro de la Selección en el Eurobasket, el dominio del Real Madrid de Laso, Los Warriors de Curry o el anillo de Anna Cruz, protagonistas.

Los mejores momentos que ha dejado el baloncesto en 2015

Estos son los mejores momentos de 2015 que ha dejado el baloncesto, a nivel de España, de Europa y por supuesto desde la NBA. 

1. El oro en el Eurobasket

La Selección española viajaba al Eurobasket con dudas y necesidad de redención. Y ambos aspectos se entrecruzaban. ¿Por qué? Porque los hombres, en ese momento, entrenados por Juan Antonio Orenga fracasaron de forma estrepitosa en su Mundial, en el de España, al caer en cuartos ante una Francia B sin Parker. A eso se unían las bajas de Marc Gasol, Ricky Rubio, Juan Carlos Navarro y José Manuel Calderón. Pilares básicos por calidad, experiencia y peso. Ninguno de ellos estaría para capitanear un equipo que no luchaba ya sólo por un metal, sino también por un puesto en los Juegos de Río. Estos eran los ingredientes cuando se viajó a Berlín (primera fase del torneo) y desprendían, porque no decirlo, un aroma a pesimismo que se acentuó con un mal debut (derrota ante Serbia), un tropiezo intermedio (frente a Italia) e incertidumbre y pavor para clasificarse (el tiro libre fallado por Schröder). Pero a partir de octavos las cosas cambiaron. Los chicos de Scariolo (dos oros continentales y una plata olímpica como palmarés previo) golpearon con un Pau Gasol más divino que humano.

El ala-pívot, dos veces campeón de la NBA, era el alfa y el omega de un equipo que contaba con Nikola Mirtoic, su compañero en los Chicago Bulls, la base del Madrid pentacampeón (los dos Sergios –Llull y Rodríguez-, Felipe Reyes y Rudy Fernández) y jugadores de gran nivel como Pau Ribas para enfrentarse a todos y a ellos mismo. Ante Polonia en octavos, el de Sant Boi golpeó desde el triple (6/7 para 30 puntos); en cuartos, la imponente Grecia revivió la pesadilla de luchar contra un titán (27 tantos para 30 de valoración) y en semifinales, Francia se quedó sin respiración. Fue ante los galos, en Lille, su patria, cuando España ganó el oro en el Eurobasket con una lección magistral de arrojo y determinación, de fuerza y de poder de Pau. “Gasol hace llorar a los bleau”, escribía la prensa del país vecino tras observar cómo se derrumban las murallas de una de las mejores selecciones francesas de siempre. Parker, Gobert, Batum, Fournier, De Colo… por faltar, solo faltaba Noah. Pau completó una tarea hercúlea (40 puntos) en una semifinal que se recordará como una de las mejores, que se fue a la prórroga y que volvió a ensalzar al NBA como uno de los mejores de siempre en el baloncesto FIBA. El mejor que hay actualmente.

Tras ese espectáculo, la ordena Lituana de Maciulis fue un caramelo. Victoria fácil para el oro, billete directo para los Juegos y MVP para el hombre de los más de 1.000 partidos en la Liga estadounidense entre los abucheos de la afición francesa: “Me hacía gracia cuando me silbaban”, comentó en una entrevista a este periódico el mejor jugador español de todos los tiempos.

2. La Euroliga del Real Madrid

En 1995 el Real Madrid ganaba su octava Euroliga en Zaragoza ante el Olympicos con Sabonis como MVP. Eran buenos tiempos para la lírica. El equipo blanco recuperaba en trono del viejo continente, pero algo se torció en el camino y la sequía en la máxima competición europea se hizo eterna. 20 años para ser exacto. Dos décadas de vagar por el desierto. Mucho tiempo para una sección histórica. Pero llegó 2015 y la ciudad de Madrid, y el Real con Pablo Laso alcanzó por novena vez la gloria. El Fenerbahçe fue devorado en la semifinal y el Olympiacos sufrió el hambre de Sergio Rodríguez, Llull, Reyes, Rudy… y Nocioni. El argentino fue MVP de la Final Four por esa garra argentina que tanto da a un vestuario. Herreros, Sánchez y Ángulo lo ficharon para esto, para cimentar un proyecto serio y estable que no era cuestión de recursos económicos, sino de convicción. La Euroliga fue el paso intermedio para otro hecho histórico: la triple corona (Liga, Copa y Euroliga más Supercopa) 41 años después. Un círculo perfecto que se cerró con la Intercontinental en Brasil.

3. Bronce de la Selección femenina

“Este equipo es un regalo para el deporte español”. Las palabras son de Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, cuando la Selección femenina se colgó la medalla de bronce en el Eurobasket de Hungría y Rumania tras vencer a Bielorrusia. Y no era para menos. Las chicas de Lucas Mondelo (el Rey Midas de este deporte) se hicieron con la novena medallas en este siglo XXI, dos de ellas mundiales, para el baloncesto de mujeres. Casi nada. En los últimos 15 años, además, España se ha subido a todos los podios continentales menos al de 2011 y ha crecido a pasos agigantados gracias a una generación inmaculada: desde Amaya Valdemoro hasta Leti Romero pasando por nombres que han forjado un equipo de ensueño como Sancho Lyttle, Laia Palau y Anna Cruz. A pesar de tanto logró, el bronce ‘supo a poco’. Se soñaba con el oro o al menos con una final frente a la poderosa Francia, pero un traspiés en la fase de grupos de las galas, condenó a que ambos equipos vivieran una encuentro final anticipado en la penúltima ronda del torneo. El premio no fue el oro, pero ese bronce pesa muchos quilates.

4. Lío ACB

Cada verano es una fiesta en la ACB. En 2014, la Asociación de Clubes excluyó (aunque tuvo que dar marcha atrás) al Bilbao por no reponer el fondo de garantía salarial y mantener fuertes deudas con impago incluido a sus jugadores. En 2015, el turno fue para un cuarteto de lujo formado por el Ourense, Burgos, Gipuzkoa y Fuenlabrada. Los dos primeros alcanzaron el ascenso a la Liga Endesa y los dos últimos ocuparon las plazas de descenso. Todo normal hasta que el dinero se interpuso. Los equipos de la LEB no cumplían, según la Asamblea, los requisitos económicos exigidos y se les denegó su entrada en la primera división del baloncesto español. Para el Burgos la situación no era desconocida. En los dos últimos años ya sintieron lo mismo (el club ha desaparecido a nivel profesional), mientras que los gallegos conocieron una realidad dolorosa que será subsanada el próximo año con su inscripción definitiva entre los más grandes del básquet español.

5. Conflicto FIBA-Euroliga

El poder por la máxima competición europeo volvió a estar sobre la mesa. El pasado enero, la FIBA movió ficha para reconquistar aquello que había perdido de forma parcial en el 2000 y definitivamente en el 2001. ¿Su propuesta? Una Champions del Básquet que agrupase a los mejores equipos de Europa (16 fijos) con un poder compartido al 50%. Todo ello con un fondo muy claro: la introducción de las ventanas de selecciones a partir de la próxima temporada (un proyecto aprobado en noviembre de 2012) con el Mundial 2019 de China a la vista. La Euroliga, a su vez, contraatacó con un nuevo sistema (liga clásica, todos contra todos, de 16 clubes) y mucho dinero por repartir en los próximos 10 años gracias al gigante IMG. La balanza, por el momento, se ha inclinado por la segunda opción, pero el máximo organismo internacional no ha dicho su última palabra.

6. Los increíbles Golden State Warriors

A decir verdad, nadie contaba con ellos al principio. Se les veía divertidos y ‘jugones’. Un estilo de carrera, tiro y saltos que gustaba, pero que no se temía. Delante de ellos estaban los grandes poderes de la NBA encarnados por los San Antonio Spurs de Gregg Popovich, los Cleveland Cavaliers de un retornado LeBron James, los Oklahoma City Thunder de Durante y Westbrook, los Chicago Bulls con Pau, Rose, Butler… Pero la historia se fue creando. Misteriosos y escurridizos, Curry y Klay Thompson, principalmente, ocupaban titulares. Su nivel era superlativo y arrastraron su eficiencia hacia el campeonato de la Conferencia Oeste con un balance 67-15, el mejor de la Liga. Stephen Curry fue nombrado MVP por encima de James Harden. Sus 23,8 puntos de media (52,0% en tiros de campo) junto a sus 7,7 asistencias y 286 triples anotados (44,3%), récord del campeonato, hablaron por él. Mientras, el maestro, el novato Steve Kerr se quedaba a las puertas de ser el mejor entrenador de la Liga.

Los playoffs debían ser su límite. Ahí los jóvenes se veían superados por las circunstancias, el ritmo y estrés de la competición, además de la experiencia de los veteranos equipos… Pero, una vez más, no acertaron a respetar la lógica. Se alejaron de ella, pues no existe ningún cuerdo que sea totalmente feliz. Los rivales caían como fichas de dominio. Los Pelicans (4-0) fueron los primeros, Grizzlies (4-2) y Rockets (4-2) los siguientes. Las Finales esperaban. LeBron James esperaba. Y los de La Bahía de San Francisco aceptaron el reto. Sacaron a relucir un arsenal infinito tanto en ataque como en defensa. Desde Curry hasta Bogut, pasando por Draymond Green, Harrison Barnes, Thompson e Iguodala. Este último fue la llave del campeonato por su defensa sobre James y fue nombrado MVP de unas Finales que dieron el cuarto anillo a la franquicia.

El sueño no se ha interrumpido aún. El equipo de Steve Kerr, con control momentáneo de Luke Walton por la baja de su jefe, saltó la banca al inicio de este curso. Con un ritmo abrasador, casi obsceno en ataque, Curry se disfrazó de Jordan y azotó a todos cuantos osaban enfrentarse a ellos. Y las victorias caían. Superaron el mejor arranque en la historia (el 15-0 de los Washington Capitols en 1948 y de los Houston Rockets en 1993) y se quedaron a pulgadas de la mejor racha de siempre, aquellas 33 victorias consecutivas de Los Angeles Lakers de la temporada 1971-72. Su cuenta se paró en 28 frente al rival más inesperado e ilógico, unos Milwaukee Bucks menores que ya frenaron a los angelinos hace ya 23 años. La tradición dice que acaban con el sueño del récord, pero te dan el anillo. Veremos en que acaba.

7. El salto del All Star

La foto es parte de la historia del baloncesto estadounidense y del español. La imagen de Pau y Marc Gasol luchando por el balón en el salto inicial del All Star Game fue un hecho insólito. Nunca antes dos hermanos habían sido titulares en el Partido de las Estrellas. Nunca antes dos hermanos habían realizado esa primera jugada que quedará para siempre en el recuerdo. “Tanto el abrazo como el salto quedarán grabados en mi memoria durante toda mi vida. Nos hemos felicitado, todo ha estado lleno de emoción y cada jugada era bonita. Lo que hemos hecho demuestra que todo es posible si te lo propones. Nosotros, Juan Carlos Navarro, Garbajosa, Carlos Jiménez y otros... recogimos un testigo. Ese pergamino lo entregaremos ahora a otra generación de chicos que va a ir llegando”, declaró el pívot de los Memphis Grizzlies tras finalizar un partido que difícilmente se repetirá.

8. Anna Cruz y el anillo de la WNBA

El baloncesto español en este siglo XXI tiene nombre de mujer. Desde las categorías inferiores hasta la absoluta, la Selección femenina ha dominado y domina el panorama internacional gracias a unas generaciones envidiables. Amaya Valdemoro, Marta Fernández, Laia Palau representan el inicio de un proyecto que se mantendrá firme en el futuro con nombres como Ángela Salvadores, Leti Romero y María Conde. Pero no solo con la camiseta nacional se ha dado el gran salto. En las competiciones de clubes, España siempre está representada, como ocurrió en la última WNBA. La Liga estadounidense de mujeres contó con Marta Xargay y Anna Cruz, siendo esta ultima la que ha inscrito su nombre en la historia con las Minnesota Lynx. En su segundo año en tierras norteamericanas, la jugadora catalán conquistó el anillo, un privilegió que comparte con Amaya Valdemoro y con Pau Gasol. Solo estos tres españoles lucen en sus dedos tan apreciado premio. “El anillo recompensa toda una vida de sacrificios”, subrayó la ex del Rivas y actual miembro del Nadezhda Oremburgo ruso.

9. Kobe Bryant anuncia su retirada

No por sabido dejó de ser una triste sorpresa. Kobe Bryant anunciaba su retirada al finalizar esta temporada. Lo hizo a través de una carta en Player`s Tribune. Las líneas eran una declaración de amor al deporte que le dio cinco anillos de la NBA en las 20 temporadas luciendo la camiseta púrpura y oro de Los Angeles Lakers. “Querido baloncesto”, rezaba el inicio de la despedida del tercer máximo anotador de la historia de la Liga estadounidense. The Black Mamba se va y deja para el recuerdo sus 81 puntos ante los Raptors (la mejor actuación individual de siempre), dos MVP de las Finales y uno de la Regular Season, 17 All Star, 4 MVP del All Star, 11 inclusiones en el Mejor Quinteto de la Temporada, 9 en el Mejor Quinteto Defensivo, dos galardones de Máximo Anotador de una Temporada y hasta un concurso de mates. Se va el mito, la leyenda, el segundo mejor escolta tras Michael Jordan, la figura que marcó su destino y a la que nunca llegó a alcanzar del todo.

10. Lamar Odom hallado inconsciente en un burdel de Nevada

Lamar Odom es una de las grandes referencias del baloncesto del siglo XXI. Campeón de dos anillos de la NBA con Los Angeles Lakers, el tres-cuatro (en verdad era un todoterreno) tuvo una infancia dura. Rodeado por las drogas desde la infancia, fue criado por su abuela tras la muerte de su madre. Expulsado de la Universidad de Las Vegas por aceptar dinero (algo prohíbo por las políticas universitarias) su llegada a la Liga no fue un camino de rosas. Pero en ella fue de los mejores, aunque siempre tuvo la sombra de que en su mano estuvo haber sido mejor. Los vaivenes en los últimos años de su carrera, le llevaron a un callejón sin salida que saltó por los aires tras ser encontrado inconsciente en un burdel de Las Vegas. Cocaína y estimulantes sexuales fueron los ingredientes de una coctelera que le provocaron más de 12 derrames cerebrales y un lento proceso de recuperación que aún no ha acabado.