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THUNDER 96-BULLS 105

Un enorme Pau Gasol (21+13+6) lidera a unos resucitados Bulls

Gran partido del pívot español y valioso triunfo de los Bulls, que llegaban en pleno bache a la pista de unos Thunder lanzados pero que no terminaron de meterse en el partido.

Un enorme Pau Gasol (21+13+6) lidera a unos resucitados Bulls
Mark D. SmithUSA Today Sports

¿Milagro navideño? Casi: los Bulls llegaban a Oklahoma City con cara de víctima propiciatoria para unos Thunder lanzados, en su mejor momento en mucho tiempo, seguramente desde que las lesiones les dejaron tronchados la temporada pasada. Los Bulls llegaban sin mucho espíritu navideño: después de tres derrotas seguidas, de la lesión de Noah y de los cruces de comentarios destemplados ante la prensa. Pero los Bulls ganaron (96-105) porque son uno de los equipos más extraños de una temporada extraña y porque la Navidad NBA tiene estas cosas: generalmente los equipos rinden más en este 25-D cuando juegan fuera. Los locales, claro, han pasado la Nochebuena con sus familias. Más comida, más bebida, menos sueño… lo que sea. No llegó a milagro de Navidad, pero casi.

En realidad el partido enseñó lo que son estos dos equipos, dos teóricos aspirantes que viajan por detrás, seguramente muy por detrás, de los tres que parecen (muy) destacados favoritos: Warriors, Spurs y Cavaliers. De todos los demás, y mientras caen en picado las acciones de Rockest o Grizzlies, seguramente los Thunder parezcan los más capaces. No tienen todavía un gran funcionamiento colectivo ni el estilo Donovan es dramáticamente más efectivo que el estilo Brooks. Ni tienen una excelente profundidad de banquillo. Pero tienen a Russell Westbrook y Kevin Durant. Y eso es mucho. Los Bulls, por su parte, son un lío de equipo del que jamás sabes qué esperar. Una buena defensa con un ataque sufriente. Hoiberg no ha solucionado gran cosa, Butler es una estrella con nostalgia del antiguo régimen y en la rotación parece que sobra un pívot y se echa de menos a Dunleavy, un alero al menos sólido. Pero los Bulls son un equipo que cuando se pone a ello tiene experiencia, dureza y argumentos. En esta temporada han ganado a los Cavaliers, a los Spurs y dos veces a los Thunder. Incluso se lo pusieron duro a los Warriors en Oakland. Pero están 16-11 porque han perdido un montón de partidos que no deberían haber perdido. Seguramente estos Bulls sean así y así hay que tomárselos. En teoría no les debería alcanzar de ninguna manera para robarle el trono del Este a los Cavaliers. Pero mientras hay vida

Desde luego, los Thunder jugaron con resaca navideña, descompasados y desconcentrados en el inicio de las dos partes: 0-11 en los tres primeros minutos de partido, 0-8 en los tres primeros tras el descanso. En total, un 0-19 que explica una victoria del equipo que más intención le puso. O más consistencia. O menos Navidad. Para los Thunder, en la versión inconsistente que hace que sea difícil pensar en ellos para las cotas más altas, no bastó salir con vida de sus crisis del primer (de 9-21 a 26-32) y el segundo cuarto (de 37-49 a 52-54). Jugaron un pésimo tercer parcial (16-32 para 68-86 total) en el que dilapidaron unas opciones que casi recuperan a base de épica y de esos colapsos que no son ya extraños en los Bulls: de 83-97 a 93-99 a falta de más de tres minutos y antes de que Durant fallara el triple en el que seguramente viajaba la remontada.

Los Bulls rebotearon más y tiraron mejor. Y apostaron, ya sí, por quintetos que parecen más eficientes que los que habían estado utilizando. El rookie Portis tuvo minutos de calidad y los aprovechó: 7 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y mucha energía con muy pocas costuras de inexperiencia. Una pieza importante en ese puzzle del juego interior en el que parece que la idea es que menos sea más (los rumores rondan a Gasol, Noah y Gibson). Peor está la cosa en el tres, donde Mirotic fue un titular de saldo (menos de 16 minutos, 1/5 en tiros, 6 puntos y 7 rebotes), Snell un suplente fantasmal y McDermott la opción más consistente aunque sin finura en la muñeca (1/4 en triples).

Derrick Rose (¿milagro navideño?) fue mejor que un Westbrook muy desdibujado durante la escapada definitiva del tercer cuarto, y Butler tuvo tiempo de molestar a Durant y anotar 23 puntos. El mejor junto a Pau Gasol, que hizo de todo: 21 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias, con un recital desde la cabeza de la zona que puso en marcha a su equipo en los primeros minutos. Enfrente, unos Thunder que no tuvieron nunca todas sus armas en funcionamiento a la vez. Durant jugó un gran primer tiempo pero flojeó después (29 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias) y Westbrook no dio una hasta que apareció en la reacción final, inconclusa. Ibaka no acertó con sus tiros abiertos (3/12: 6 puntos) y el resto fue muy poquito, incluido un Kanter de números huecos (14 puntos, 13 rebotes). Mal día, fea derrota y un 20-10 que demuestra que son un buen equipo pero que siguen muy lejos de Spurs y Warriors. Y finalmente, como les sucede a los Bulls con los Cavaliers, todo pasa por ahí.