Ricky no fue rival para los Spurs de Kawhi Leonard (19-6)
El base acabó con 9 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias y no pudo frenar a Tony Parker. Duncan y Garnett protagonizaron su duelo número 44.
Los Spurs siguen a lo suyo. Con los focos dirigidos a estos Warriors de récord, la franquicia texana ganó su séptimo partido seguido (los damnificados fueron los Wolves de Ricky: 83-108) y son la segunda mejor franquicia de toda la NBA: 25-5. En cambio Minnesota no acaba de arrancar. Ricky se quiere estrenar en unos playoffs, pero algunos partidos aún les quedan grandes.
Parte de la culpa del buen momento de estos Spurs la tiene Kawhi Leonard. El MVP de las Finales de hace dos años intimidó a los pobres lobeznos de Minnesota: 19 puntos y 6 rebotes casi sin despeinarse y marcaje a Wiggins. “Otro día más en vida”, comentaba antes de marcharse a los vestuarios. Pero en el partido también hubo un duelo de veteranos: Tim Duncan vs Kevin Garnett. Una película que ya hemos visto 44 veces (27-17 para el de los Spurs). En los 43 partidos previos, el de Las Islas Vírgenes promediaba 19,4 puntos, 12,1 rebotes y 3,2 asistencias, mientras que su rival se iba hasta los 19,9 puntos, 10,6 rebotes y 3,2 asistencias. “Tim siempre ha sido un fiero competidor, siempre lo he respetado mucho. Y no sólo por sus logros, él es el corazón de estos Spurs”, le piropea Garnett. Pero en esta ocasión, el de San Antonio no estuvo muy fino: sólo 2 puntos y 5 rebotes. El partido de Garnett tampoco fue para echar cohetes (4 y 1). Dejemos paso a los jóvenes.
Empezando por Ricky Rubio, que hace poco se quedó a las puertas de un cuádruple-doble, pero ante los Spurs no tuvo una gran noche. Acabó con 9 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias, pero superado por Tony Parker, que firmó 14 puntos, incluidos un 2 de 3 en tiros de larga distancia, y 6 asistencias.
Los Spurs tenían claro su objetivo para seguir la racha. Wiggins es el referente ofensivo de la franquicia de Minneapolis y lo ataron en corto: diez puntos, pero un pobre 2 de 11 en tiros de campo, con Leonard muy pendiente de sus movimientos. Los triples tampoco eran la solución para Ricky y compañía. Los Wolves acabaron con 3 de 10, mientras que los Spurs tuvieron una buena noche en sus tiros de larga distancia (10 de 24). Así imposible. El mejor de los Wolves fue Zach LaVine con 17.