Lluvia de triples de los Celtics contra un Ricky fallón (1/9)

Era el día de Kevin Garnett, que volvió con los Wolves a Boston y se llevó una emocionante ovación del que fue su público. El nombre de KG, campeón con los orgullosos verdes y uno de los grandes jugadores de la historia, fue coreado por un público que, por lo demás, dio por seguro el triunfo de su equipo en cuanto los de Stevens, que llevaban tres derrotas seguidas, anotaron seis de los primeros siete triples que lanzaron, una lluvia que caló a unos Timberwolves que no pudieron enlazar la tercera victoria seguida y que quedan 11-17 tras este incontestable 113-99 en el Garden.

A base de ese martilleo inicial de triples (12/25 total) los Celtics se pusieron 44-30 ante unos Wolves que firmaron un 2/13 desde la línea de tres: al descanso el marcador era 60-53 y la diferencia en puntos logrados desde el triple era de 24-3. Determinante. Después, los Wolves se acercaron gracias al empuje de Wiggins y Towns: 74-68 en el ecuador del tercer cuarto. De ahí se pasó a un ya definitivo 90-70, un parcial de 16-2 con Crowder (18 puntos, 10 rebotes) como líder espiritual para unos Celtics que jugaron con Olynyk (19 puntos, 3/3 en triples) y David Lee (13 puntos, 8 rebotes) como pareja interior titular ante las bajas de Sullinger y Johnson. Además, Jerebko también estuvo infalible desde el banquillo: tres triples sin fallo y 12 puntos.

Ricky Rubio no jugó un buen partido. Se quedó en 8 asistencias tras las 15 de Brooklyn. Tampoco reboteó mucho (2) y robó 4 balones pero apenas anotó 4 puntos con un 1/9 en tiros. En los últimos seis partidos, el base español acumula un total de 11/45 en tiros, una estadística francamente pobre. LaVine volvió a meter gasolina desde el banquillo (17 puntos) para unos Timberwolves que, a pesar de Wiggins (26 puntos) y de un tremendo Towns (25 y 16 rebotes), dieron la de arena en Boston, donde Kevin Garnett fue el gran protagonista sin jugar ni un segundo.