Los Grizzlies se impusieron a los Pacers (96-84). Un triunfo que aprovecharon para reivindicar su principal seña de identidad: la defensa. Gracias a ella rompieron una racha de dos derrotas consecutivas y lograron recuperar un balance positivo (15-14 en este momento). "Pienso que defensivamente fuímos muchos más consistentes. Tal y como se espera de nosotros. No vamos a anotar 125 puntos por partido, estoy bastante seguro de ello", reconoció Marc Gasol, su jugador franquicia. Además de recordar el camino que Memphis debe seguir para volver a ser el equipo de temporadas anteriores, el pívot catalán hizo un poco de todo para acabar con unos números brillantes: 19 puntos (9/18 en tiros), 12 rebotes, 6 asistencias, 2 robos de balón y un tapón.

Y es que, pese a las recientes variantes introducidas por Dave Joerger (incluir como titular a Matt Barnes para jugar con small ball en detrimento de un Zach Randolph que podría llegar así más fresco de cara a la parte final y decisiva de la temporada), los osos saben que el camino para ganar partidos pasa por trabajar en su propio aro al límite en cada posesión. Buena prueba de ello fue este duelo ante unos Pacers a los que dejaron en 16 tantos en el primer cuarto (igualando así su peor registro del curso) y por debajo del 40% de acierto en el lanzamiento. Es más, un C.J. Miles en racha a lo largo de las últimas semanas, se fue del FedExForum con su marcador a 0.

Así que todo el peso ofensivo le correspondió a un Paul George (29 tantos, 6 rebotes) que se encargó de reducir la ventaja local al mínimo (66-64) de cara al acto decisivo. Sin embargo, a los Grizzlies no les tembló el pulso y de la mano de Mike Conley (20 puntitos y 8 asistencias para el base) y Marc, se encargaron de volver a construir una renta de dos dígitos que supieron mantener hasta el sonido de la bocina final.

35.000 dólares de multa para Paul George

El alero/ala-pívot de los Pacers también fue protagonista del encuentro a raíz de sus declaraciones de la noche anterior en las que cargó contra el arbitraje del partido ante los Nets ("espero que la Liga revise esta mierda"). Así que la NBA actuó, pero para sancionar con 35.000 dólares de multa al propio George por criticar públicamente el arbitraje y emplear un tono despectivo en una entrevista retransmitida en directo.