“Si sigo, quiero ocuparme del baloncesto profesional”
El ministro de Educación, Cultura y Deporte expone en AS sus opiniones sobre la situación del baloncesto y los planes de futuro que tiene para este deporte en España si continúa en el cargo tras las elecciones del domingo.
¿Cómo ve las tensiones existentes en torno a las competiciones europeas de baloncesto de clubes?
—Soy partidario del sistema que ha hecho grande al deporte europeo. En Europa tenemos un modelo de organización, el de las asociaciones de todas las entidades que participan en una misma modalidad deportiva a nivel local, nacional, continental y mundial, que hemos exportado a todo el mundo. Se trata de un sistema igualitario, que da oportunidades a todos, que crea el caldo de cultivo para que se cuiden las canteras de niños y niñas, que permite competiciones nacionales que se coordinan con competiciones internacionales de clubes, y que reparte los espacios adecuadamente entre las competiciones de clubes y las de selecciones nacionales de los países. Por eso, el criterio para acceder a la competición continental debe ser el mérito deportivo. Nuestra responsabilidad es que el deporte transmita valores, y no hay nada más opuesto a la cultura del esfuerzo, al reconocimiento del mérito y la capacidad, a la igualdad de oportunidades, que atribuir una plaza en las competiciones por criterios ajenos a la lógica deportiva. En un plano más práctico, debemos hacer atractivo el trabajo de los clubes con una competición nacional, en la que los jugadores puedan participar en la Selección española, y en la que se premie e incentive esa inversión en la cantera.
—¿Qué programa tendría para el baloncesto en España si continuara como Ministro de Deporte?
—El Gobierno ha demostrado que con convicciones, determinación y gestión, se pueden revertir las situaciones más difíciles, por arraigadas que estén. Le doy un dato, en esta legislatura hemos dado la vuelta a la situación del fútbol, que ahora se pone como ejemplo de trabajo bien hecho. En la próxima legislatura, voy a ocuparme del baloncesto profesional. Quiero una competición que no gaste más de lo que ingresa, atractiva en lo deportivo y que genere ilusión en toda España, como ocurría antes. La ACB sabe lo que pensamos al respecto, y espero que tome iniciativas en esa dirección. Quiero que antes de la próxima temporada ya se hayan producido varios cambios de calado.
—¿Entre ellos lo que tiene que ver con el acceso a la ACB?
—Desde luego. Cuando se planteó el caso Ourense-Fuenlabrada me llamó la atención que el canon y los requisitos financieros de acceso fueran una barrera infranqueable. No queremos que haya unas reglas diferentes para unos y para otros y por eso estamos trabajando para adoptar una serie de medidas necesarias, en beneficio de los clubes y de la afición. Quiero recuperar en toda su integridad el derecho deportivo a ascender. Entiendo que debe haber ciertas exigencias, como un pabellón preparado para las retransmisiones televisivas, un equipo que tenga el nivel para estar en la mejor competición de baloncesto por equipos, que se paguen los servicios de la ACB... pero ello no puede suponer un obstáculo al mérito deportivo logrado en la cancha. Me comprometo a que a los equipos que consigan este verano el derecho a ascender a la ACB se encuentren con reglas que le reconozcan ese derecho y que no lo supediten a determinados requisitos económicos.
—Es imposible no preguntar por la situación que vive la Federación...
—España es una potencia mundial del baloncesto, tanto a nivel de selección como de clubes, y tanto en el ámbito masculino como en el femenino. La Federación ha tenido mucho que ver con esos espléndidos resultados y queremos que esa maquinaria de éxito pueda continuar su trabajo, pero son imprescindibles los mejores estándares de buena gobernanza. Me consta que el CSD está actuando con celeridad, y estoy seguro de que pronto quedará claro el alcance de los hechos denunciados, se exigirán, en su caso, las responsabilidades que se acrediten, y la FEB volverá a su vida normal. Eso es lo que nos han pedido los jugadores, que son los verdaderos protagonistas, en una carta abierta publicada estos días, y con cuyo contenido estoy totalmente de acuerdo.