DeAndre Jordan (20-12) reina ante los Wolves de Ricky (16)
El base español puso a falta de 5 segundos a Minnesota a uno (106-107), pero una falta fragante de Towns decididó para unos Clippers en los que volvió Chris Paul.
Los Clippers también saben ganar sin mucho lucimiento, partidos toscos que se deciden en una batalla desde el tiro libre. Ahí a los jóvenes Wolves a veces les falla la muñeca (27 de 35; 1 de 5 para Wiggins), nada que ver con unos Clippers (26 de 29) en los que hasta DeAndre Jordan cumplió más o menos (4 de 6) desde esta distancia. Los Timberwolves entraron en el último minuto tres arriba (98-95, tras una canasta de LaVine), pero un alley-opp de DeAndre Jordan —más tapón posterior a LaVine— y una canasta de Blake Griffin dieron la vuelta al marcador a falta de 25 segundos (98-99). Minnesota seguía sin claudicar.
Ricky Rubio (16 puntos, 7 asistencias y 4 robos) puso a su equipo a uno (106-107) con dos tiros libres (8 de 8) a falta de 5,4 segundos, pero una falta flagrante de Karl Anthony-Towns sentenció: tiro libre de JJ Redick y otro punto para Crawford desde esa distancia. En resumen, 106-110 para unos Clippers que no están firmando el arranque soñado por la franquicia angelina (quintos del Oeste con un balance de 12-9).
Chris Paul regresaba tras perderse los dos últimos partidos. Acabó con 14 puntos —aunque 5 de 14 en su carta de tiro— y 5 asistencias en 32 minutos y un canastón desde el mediocampo con el electrónico a cero, pero es consciente de que sus Clippers no se están especializando, precisamente, en desplegar un jogo bonito. Él lo considera más bien efectivo, acorde con las circunstancias.
Los Wolves encadenan cuatro derrotas, pero al menos el público de Mineápolis disfrutó con Garnett. Una conexión entre él y Ricky Rubio terminó en el primer mate de Garnett con los Wolves desde abril de 2007, la última temporada que jugó en Minnesota antes de ser traspasado a los Celtcis. Los jóvenes alucinaban. “No fue una cosa de niños”, decía LaVine, que nació el mismo año en el que Garnett debutó en Minnesota. “Le había visto en los entrenamientos y sé que todavía puede machacar. Sólo le vi dar esos pasos, como si él fuera a machacar, pero no sabía si lo iba hacer o lanzaría o flotaría”. También me sorprendió”, añade Towns, otro de la camada del 95. Pero Garnett sacó también “su carácter” y unos gestos burlones a Griffin le regalaron una técnica. El ala-pívot acabó con 5 puntos, pero con él en pista los Wolves firmaron -16. LaVine estuvo acertado (21 tantos) al igual que Towns (18 tantos y 5 rebotes); todo lo contrario que un Wiggins desbordado, que no sólo falló desde el tiro libre, también en sus tiros de campo (3 de 15 para 8 puntos). Por parte de los Clippers, DeAndre Jordan fue el mejor (20 puntos y 12 rebotes). Otro que acabó con doble-doble fue Griffin (16-11), aunque falló más de la cuenta (7 de 17).