La inexperiencia puede servir de excusa, pero no cuando tienes enfrente a un equipo también repleto de jóvenes. Lo hemos dicho en incotables ocasiones, los Wolves practican un baloncesto atractivo y divertido para el espectador. Pero eso no sirve de nada si eres incapaz de gestionar en tu casa y ante tu afición una ventaja de 17 puntos (63-46) al comienzo del tercer cuarto. Eso fue lo que les sucedió a los de Sam Mitchell (el técnico interino está calcando los errores de su etapa en Toronto) al caer finalmente ante los Blazers (103-109). Y es que Portland se está especializando en remontadas en el Target Center: ver el partido disputado el pasado 2 de noviembre. "Es difícil dar la vuelta a un marcador cuando vas 17 abajo como visitante. Aquí ya lo hemos hecho ya dos veces. No sé que decir al respecto", admitía Terry Stotts, técnido de los de Oregón, al respecto.

"Parece que cuando conseguimos rentas de 10, 12 puntos nos relajamos", reconocía por su parte un Ricky Rubio que repartió 15 asistencias, su mejor marca en lo que va de curso. Brillante en la dirección, no así en el tiro: se quedó en 1/5 en tiros de campo para concluir con 9 puntos (y 6 rebotes). Es curiso, desde aquel primoroso primer partido en el Staples ante los Lakers no ha vuelto a conseguir un 50% en tiros de campo. A vueltas con los problemas en el lanzamiento pese a que, insisto, está completando una temporada más que aceptable.

Pero el que se está saliendo es un Karl-Anthony Towns que firmó un partidazo. El rookie acabó con 27 puntos (13/21 en el lanzamiento), 12 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones en 32 minutos de juego. Además, dio la razón a quienes reclamaban una mayor presencia suya en los últimos cuartos. Mitchell cedió esta noche y el número uno del draft le quitó la razón ejerciendo de salvavidas de los suyos con 7 tantos y un triple (tras pase de Ricky) que permitía a los lobos agarrarse al partido (103-105 a 1:13 para la conclusión). Pero llegados al clutch time, resulta muy complicado maniatar a Damian Lillard. El base, bien defendido por Rubio en muchos momentos, acabó con 19 puntos y 7 asistencias y tomó el relevo de un gran C.J. McCollum (vaya año se está marcando) pero decidir con una bandeja y dos tiros libres en los últimos 20 segundos. 

Garnett, 26.000 puntos para agrandar su leyenda

Pese a encajar su tercera derrota consecutiva y octava en 10 encuentros como local, Minnesota se mantiene en posiciones cercanas a los Playoffs con un balance de 8-11 por el 9-12 que firman ahora los Blazers. Pero más allá del resultado final, el partido convirtió a Kevin Garnett en el 15º jugador de la historia que consigue alcanzar la barrera de los 26.000 puntos anotados. Una suspensión desde 6 metros en el tercer periodo le permitió seguir agrandando su leyenda. Y eso que ya no cuenta con un rol protagonista en el juego de su equipo, si no que se dedica a labores de tutelaje y enseñanza a la joven camada 'wolve' para evitar que ocurran nuevos descalabros como el de hoy. Difícil encontrar a un profesor con mayor dedicación y pasión.