Los Wolves rozan los playoffs y el tobillo de Ricky se queja
"Hay cosas que no puedes controlar", dijo el español tras el partido. El base solo jugó 21 minutos y no pisó el parqué en el último cuarto.
Poco a poco, los Minnesota Timberwolves (7-8) se van asentando como equipo competitivo en la Conferencia Oeste. El horrible inicio de campaña de algunos de los más grandes de su lado del cuadro (Clippers y Rockets) ha beneficiado a un equipo joven y sobrado de talento, pero que sigue buscando su identidad. Ayer, los de Sam Mitchell supieron sufrir en un final igualado y contra un equipo superior para acabar conquistando su segundo triunfo de la temporada en el Target Center (segunda victoria del curso contra los Atlanta Hawks, 10-7), una séptima victoria (en total) que sitúa al equipo con el mismo récord que Clippers y Suns, empatados por el octavo puesto de la Conferencia. Sin embargo, las buenas noticias no llegan solas. Ricky Rubio, miembro de la columna vertebral del equipo (sin él no conocen el triunfo esta temporada: 0-4), volvió a sufrir con su tobillo derecho, aquel que le obligó a operarse el pasado verano (solo jugó 22 partidos la temporada pasada) y que ya le había dado un aviso hace un par de días contra los Philadelphia 76ers. "Con todo el trabajo que he hecho, empiezas a preguntarte el porqué. Hay cosas que no puedes controlar. No quiero preocuparme, solo seguir trabajando duro y estar listo para el siguiente partido (el viernes contra los Kings)", dijo el español al finalizar el choque. Acabó con cinco puntos y seis asistencias en 21 minutos.
Por otro lado, la victoria de los Lobos fue de esas que hacen equipo. Sin grandes actuaciones individuales, los locales tiraron del gran día de su banquillo para acabar imponiéndose, precisamente, a uno de los conjuntos que más su juego en buen funcionamiento global del equipo. Los Hawks, que fueron el mejor equipo del Conferencia Este durante la última temporada regular, se vieron sorprendidos por segunda vez en lo que va de curso por los de Minneapolis. Una victoria que impresiona aún más si se tienen en cuenta que fueron los jóvenes de los Wolves quienes decidieron el partido en los últimos minutos. La experiencia es un grado, pero también puede serlo la osadía. Andrew Wiggins (15 puntos) y Zach LaVine (18) anotaron las últimas cuatro canastas en juego de los locales, las que terminaron siendo decisivas.
En los visitantes, Jeff Teague (22+5+5) y Paul Millsap (22+10) llevaron el timón, pero no fueron capaces de frenar el ímpetu del banquillo local. Hasta 58 puntos anotaron los reservas de los Wolves. Tanta fue su importancia que Gorgui Dieng (10+11), Damjan Rudez (13) y Prince (4) acompañaron a Wiggins y a LaVine en los minutos finales. Karl-Anthony Towns, número uno del Draft 2015, se quedó en solo seis puntos y seis rebotes. Los locales, uno de los peores equipos de la liga en lo que al lanzamiento de tres puntos se refiere (hasta ayer, 30%), encontraron la red en nueve de sus 21 intentos en la noche del miércoles (42,9%). Próxima parada, Sacramento.