La sociedad LeBron-Love hace subir las acciones de los Cavs
Victoria muy cómoda de Cleveland en la reedición de la última final del Este. Los Hawks, sin respuestas, murieron en el rebote: 51-38. Budenholzer acabó expulsado.
Tras caer a mediados de esta semana ante los Pistons, LeBron James atisbó síntomas de una excesiva relajación en algunos de sus compañeros. Espoleado por la marcha triunfal de Golden State, y como líder supremo de los Cavs que es, no se calló: "No puede ser, parece que los Warriors tienen más hambre". Un aviso que parece haber surtido efecto. Desde entonces, Cleveland acumula dos triunfos consecutivos (contando el conseguido esta noche con mucha solvencia ante los Hawks: 109-97) y sobre todo, ha subido su intensidad. Lo vemos en el rebote, donde han dominado con una abrumadora superioridad primero a los Bucks y ahora a los Horford, Millsap, Splitter y compañía (51-38).
La reedición de la última final de la Conferencia Este no tuvo miga alguna (como tampoco lo tuvo aquella serie para acceder a las Finales). Atlanta no fue rival y sí una mera comparsa. Sin acierto en el tiro y ningún otro recurso que ofrecer para frenar el ritmo de los Cavs (quizá se debiese a que Budenholzer fue expulsado en la primer parte por tocar a un árbitro durante una protestas: "Si hubo contacto, fue intencionadamente al 100%"). Y eso que los de Ohio se presentaron al duelo sin tres de sus titulares (un Kyrie Irving cuya evolución es más que positiva, Iman Shumpert y Mozgov). Pero no importa mientras cuentes con LeBron y el que, por fin, parece ser un socio más que fiable: Kevin Love. El ala-pívot parece volver a encontrar su lugar en el parqué. Muestra de ello es el hecho de que vuelva a firmar dobles-dobles con regularidad: 25-11 esta madrugada. El resto del equipo (los que estaban sanos) también dieron un paso al frente: Tristan Thompson (16 rebotes), J.R. Smith (15 y 5 asistencias) o Dellavedova (12).
Más allá de un partido sin historia, 'King' James (rozó el triple-doble: 19-11-8) protagonizó la anécdota de la jornada. Al no poder recepcionar en el poste un balón enviado por Cunningham, decidió que no estaba dando el nivel suficiente y se autocastigó yéndose al banquillo. El problema era que el juego seguía y los Cavs estaban defendiendo con cuatro jugadores. Técnica. "Pensaba que estaba jugando al hockey", comentó David Blatt sobre aquella acción.
Bromas aparte, y pese a tener la enfermería plagada, los Cavaliers lideran el Este con mucha suficiencia y junto a los Spurs, son el equipo con mejor balance (10-3) tras los invictos Warriors en estas casi ya cuatro primeras semanas de competición. Sin hacer mucho ruido, Cleveland cotiza al alza. "Jugaron muy bien", admitió Budenholzer, quien sabe que en lo que a él le toca tiene mucho trabajo por delante. Tras un buen arranque (7-1), sus Hawks han cosechado cinco derrotas en los últimos siete partidos.