Prórroga y dura derrota para los Wolves de Ricky (8+12+12)
El base español se quedó a dos puntos del triple-doble. Towns y Wiggins siguen creciendo, pero Fournier y Skiles les ganaron la partida.
"Cada día que pasa crece nuestra confianza. Trabajamos duro en los entrenamientos y cada victoria nos motiva aún más. Cada día somos más fuertes". Palabras de un Andrew Wiggins que asume los galones de jugador franquicia en los Timberwolves incluso en las derrotas más duras. Ayer, tras vencer la noche anterior a los Heat en Miami, los de Sam Mitchell perdieron en Orlando uno de esos partidos que hay que atribuirle a la juventud: tiraron una ventaja de 14 puntos al descanso. Ricky Rubio se quedó a solo dos puntos de conseguir su primer triple-doble de la temporada (ocho puntos, 12 rebotes y 12 asistencias), pero fue Scott Skiles quien ganó el partido. Él y un genial Evan Fournier.
"Es difícil cuando estás confiando en chicos jóvenes, pero están creciendo muy rápido. Están jugando en todo tipo de situaciones y están respondiendo", dijo el técnico de los Wolves al acabar el partido. ¿Hubieran conseguido los Magic asestar un 14-0 para igualar el partido si los de Minneapolis hubieran contado con un par de buenos veteranos? (Garnett no se vistió de corto: descanso) No lo sabemos, pero la realidad es que a los equipos jóvenes les ocurren con más frecuencia este tipo de cosas.
Fue visto y no visto. Scott Skiles convirtió un gran partido de los visitantes (52-38 al descanso) en una batalla igualada moviendo un solo peón (o más bien una torre): Vucevic al banco (no jugó ni en la segunda parte ni en el tiempo extra) y, primero Dedmon y después Smith, a jugar. Después del 14-0 el choque se igualó y, pese a que los Magic volvieron a lograr un 13-1 en el último periodo, un muy buen Wiggins (28 puntos) anotaba contra tabla en el momento más importante (2,1 segundos para el final) y empataba el partido. Los locales tenían bola para ganar. Tobias Harris (12+11) recibió en buena posición, cerca de la canasta, ¿medio partido ganado? Puede, pero entonces apareció el jugador que va a marcar el futuro de los Minnesota Timberwolves (junto con Wiggins, claro). Karl-Anthony Towns (21+12+6 tapones), que se convirtió en el segundo jugador más joven de los últimos 30 años en lograr +20 puntos, +10 rebotes y +5 tapones en un partido (por detrás de un tal Anthony Davis, según ESPN Stats&Info) mandó el balón lejos. "¡Vamos!", gritó. Y a la prórroga.
Elfrid Payton (24, career high,+7+6) y Evan Fournier (26, 5-7 en triples) estaban siendo los mejores de los de Florida y fueron quienes tomaron las riendas en el tiempo extra para cerrar el partido (cinco y seis puntos, respectivamente). Con la victoria, los jóvenes Magic se vuelven a postular como posibles candidatos a los playoffs de la Conferencia Este (6-6), mientras que los Wolves, también jóvenes, se alejan de las posiciones de privilegio del Oeste (5-7). Ricky no fue talismán, pero los dos números uno del Draft van por el buen camino. El futuro pinta bien en Minneapolis.