Porzingis (29+11) enamora al Madison: sexta victoria
El letón se convirtió en el jugador más joven de la historia de los Knicks en anotar más de 25 puntos y capturar más de 10 rebotes.
"¡POR-ZIN-GIS, POR-ZIN-GIS!", gritaba un Madison Square Garden enloquecido. Alguno incluso se atrevió con el "¡MVP, MVP!" en su última visita a la línea de personal. Nueva York tiene un nuevo ídolo. 'Ayer nació una estrella' (o cualquier otra frase mítica que se les ocurra). El número cuatro del último Draft se metió a la grada en el bolsillo con el mejor partido de su corta carrera: 29 puntos (10-17 en tiros de campo, 2-2 en triples y 7-7 en tiros libres), 11 rebotes y +20 para el equipo en los 31 minutos que estuvo sobre el parqué (¡y sin problemas de faltas!). Un magnífico encuentro que, además, le convierte en el jugador más joven (20 años) de la historia de los Knicks que consigue más de 25 puntos y más de 10 rebotes en un partido. POR-ZIN-GIS.
Los aficionados ni se acuerdan del abucheo de la noche del Draft. El ala-pívot letón ha devuelto (en solo 12 partidos) la esperanza a una franquicia que lleva demasiado tiempo añorando un pasado mejor. Como varios periodistas norteamericanos han dicho en las últimas semanas: arranca la era de Kristaps Porzingis. "Sigue teniendo mucho que aprender, pero hoy ha sido un partido muy importante, ha controlado el choque en ataque, clavando los tiros y siendo agresivo ahí fuera. Estoy seguro de que será el primero de muchos", dijo Carmelo Anthony (18 puntos y 11 rebotes) al finalizar el encuentro sobre la actuación del rookie.
Los Hornets (5-6), que llegaron a ponerse hasta ocho puntos arriba gracias a su segunda unidad en el segundo cuarto, no fueron capaces de aguantar el ritmo de los locales en el tercer periodo (34-24). Los triples volaban (10-20, 50%) y los de Nueva York acertaban una y otra vez (fue el único cuarto bueno de Melo: 11 puntos). Calderón, que jugó 30 minutos, conectó dos veces desde la línea de tres puntos y la segunda puso nueve arriba a los suyos a falta de 8:52. Un 2+1 del protagonista indiscutible del partido tras rebote ofensivo terminó de levantar a la grada (aseguraba su quinto doble-doble del curso, solo tiene menos que Towns entre los novatos). Pero no estaba todo dicho. Los Knicks no saben cerrar partidos y los visitantes estuvieron cerca de aprovecharlo: ninguna canasta local en los últimos 5 minutos y 54 segundos. Rondó el desastre. Al final, el Madison pudo cantar victoria (6-6) y Porzingis, que ya estuvo a punto de ajusticiar a los Hornets en Charlotte hace solo unos días (tiro ganador anulado), se confirmó en la meca del baloncesto. Ovación cerrada y por la puerta grande.