Un Rose imparable (29) hunde a los Thunder de Durant (33)
El base de los Bulls anotó 10 puntos seguidos en los últimos tres minutos y medio. Gasol consiguió un doble-doble: 11 puntos y 10 rebotes.
Las superestrellas de la NBA siempre tienen algo guardado en el tintero. Derrick Rose, que venía de la peor racha anotadora de su carrera (tres partidos seguidos sin llegar a la decena de puntos), se puso el traje de número uno, ese que en 2011 le quedaba a medida (MVP), para liderar a los Chicago Bulls con 29 tantos y siete pases de canasta en su victoria contra unos Oklahoma City Thunder que no levantan cabeza (104-98, tercera derrota consecutiva para los de Billy Donovan). También brilló Jimmy Butler (26) y Pau Gasol añadió un doble-doble con 11 y 10 rebotes. Mirotic no tuvo su día: 2 puntos, 1-5 en tiros.
Minutos para que arrancara el partido de la jornada y un runrun se hacía eco en el pabellón. Los locales necesitaban un triunfo convincente tras caer estrepitosamente en Charlotte el pasado martes. La falta de acierto de Rose levantaba ampollas, y también una rotación en la que Bobby Portis (10 puntos en 9 minutos vs Hornets) se volvió a esfumar. Pero algo había cambiado. Fred Hoiberg no es de esos que no levantan el pie de la tecla aunque las cosas se tuerzan. El rival, unos Thunder heridos (dos derrotas consecutivas antes del choque de ayer), aboga por un juego vertiginoso en el que el punto cotiza al alza. Y Hoiberg decidió combatir al fuego con más fuego: McDermott (9 puntos, 13-23 en triples en la temporada tras el partido) por Snell y que empiece la fiesta.
Derrick Rose llegó a la liga en como número uno del Draft de 2008, una lotería en la que también cayó Russell Westbrook (4). Ambos disputan su octavo curso en la NBA, pero las lesiones habían impedido que viéramos un duelo directo entre dos de los bases más mediáticos de la liga desde el año 2010. Otro aliciente más.
Los visitantes arrancaron agresivos (necesitaban la victoria). Ibaka (17 puntos y seis rebotes) finalizó con acierto cuatro de sus primeros ataques y Hoiberg se vio obligado a ajustar primero (17-8). Los Bulls devolvieron la cornada: un palmeo de Noah ponía el 22-21 en el electrónico de un United Center en el que se intuía guerra hasta el final. Rose atacaba (cuatro puntos seguidos para acabar el segundo, 11 puntos y cuatro asistencias al descanso), pero fue Butler quien tiró de los locales hasta el 57-50 del intermedio con 21 tantos (14 en el segundo cuarto).
Siete puntos de ventaja no son nada contra los Thunder. Kevin Durant, que no empezó demasiado fino en el tiro (3-10), se echó a los suyos a la espalda (33 puntos, 21 en la segunda mitad) y, pese a tener que tirar también de un Westbrook (20+8+10) desacertado en el último cuarto (solo dos tiros libres), estuvo muy cerca de activar todas las alarmas en la Ciudad del Viento (se llegó al 94 iguales). Pero esta vez no harían falta bomberos en Chicago. El fuego rival lo apagó un Rose imparable en los últimos compases. El base, que sigue con problemas de visibilidad, dejó claro que si está fino sigue marcando diferencias: 10 puntos seguidos para los Bulls en los últimos tres minutos y medio y partido sentenciado. "No puedo emocionarme mucho por este encuentro. Voy a tener más altibajos y encontraré la manera de sobreponerme a ellos", dijo un Rose contento pero consciente de su situación al finalizar el choque.
Pau Gasol redondeó la noche con la canasta final, la que le dio el doble-doble, y los de Illinois sumaron su cuarto triunfo del curso (4-2), hundiendo por el camino a unos Thunder (3-3) que necesitan terapia de grupo urgente.
Pese a la derrota, Westbrook se unió a Oscar Robertson como únicos jugadores que han logrado al menos 160 puntos, 60 asistencias y 40 rebotes en los seis primeros partidos de una temporada en la historia de la NBA, según Elias Sports Bureau.