DOMINION BILBAO 80 - OLIMPIA 83
Vuelve el desencanto a Miribilla tras una exhibición de Wright
El Dominion, eufórico tras las palizas recientes, careció de intensidad ante el Olimpia y dejó pasar la oportunidad de ir encarrilando el grupo el grupo.
El Bilbao puso a funcionar la máquina del tiempo, regresó al punto de su reciente biografía en el que sufría un 0-25 por parte del Granca y se dejó comer el terreno por un equipo normalito, el Olimpia, con mucho desparpajo y las ideas claras, sí, pero sin la piel comparable con la del representante ACB. Se repitieron los pecados del día del Nanterre y vuelve a atascar a la tropa. Una ocasión de oro perdió para dejar el grupo prácticamente solventado. Tal vez recostado en la euforia que le dejó la visita del Unicaja, el equipo vizcaíno se dejó la intensidad en casa y dejó hacer a los eslovenos. El resultado fue un partidazo de Wright, un magnífico base con enorme recorrido en Europa, que no falló un tiro en 29 minutos (con 54-58) ante el marcaje laxo de los 'hombres de negro' y pese a que cometió un par de errores clamorosos (como conceder un 3+1 a Hannah), se fue a 36 de valoración y lideró a su equipo junto con Zagorac. El Dominion sigue sin ganar en casa en Europa y alterna decepciones con tres semanas supremas y vuelta a la amargura.
No era Larry Wright , la 'Libélula de ébano' que se atragantó al Barça en aquella Copa de Europa de tiempos lejanos, pero surtió el mismo efecto en el equipo contrario. Pese a marchar a remolque durante toda la velada, los pupilos de Sito Alonso tuvieron una opción clara de victoria en el cara o cruz del final. Los veteranos salieron al rescate. Si juegan Hervelle y Mumbrú en el tramo final por dentro, donde el equipo fue muy vulnerable cada vez que no estaba James, es que la cosa está peliaguda. Raúl maniobró por fuera, con Bertans y Hannah en ataque, y Ruoff en el dos por el base de Vic en defensa. A falta de 1:49 Hannah anotó el triple más adicional: 76-76. Luego, en el intercambio de golpes con los tiros libres, el base del Dominion erró el segundo libre a falta de diez segundos y no pudo empatar: 80-81. Mahkovic templó los nervios y metió una canasta decisiva: 80-83. Tuvo una opción postrera el equipo local tras saque de banda, ya que los eslovenos prefirieron no hacer falta, pero se enredó un tanto y Mumbrú no embocó un triple desde la esquina y el rebote posterior, ya sobre la chicharra, en el aire, tampoco encontró la red por parte de Raúl.
Lapornik y Mahkovic también aprovecharon la poca intensidad defensiva para entrar como el cuchillo en la mantequilla. Raúl López tiró de clase con un triple agónico y Mumbrú y Hervelle (que arrancó con dos triples, uno de ellos observado en el 'instant replay') también llevaron el peso. Pero la armonía de otras tardes no se encontraba. La rotación no encontró tampoco la trecla. Dejan Todorovic, el último en salir, aportó energía y un matazo de esos de escala 8, a dos del perfecto ante Lampe el año pasado. Suárez también dejó destellos porque se trataba de abrir el campo. pero el concierto sonaba desafinado.