CAI ZARAGOZA 80 - REAL MADRID 88
Ayón y Reyes placan al CAI
El equipo zaragozano vencía al Madrid por 49-44 en la segunda parte, pero Ayón y Reyes dinamitaron las opciones locales. Entre los dos sumaron 42 puntos y 47 de valoración.
Más allá de distancias teóricas, de establecer papeles: pez grande/pez chico. Hay contrincantes a los que Goliat se les atraganta por tierra, mar y aire. Se cruzan con él y van al suelo, sin tiempo para sacar la honda, casi por inercia. Le ocurre al CAI Zaragoza con el Real Madrid, ante el que tropieza en cada cruce de caminos. En Liga, Copa y Supercopa. En el pasillo y en las escaleras, en la puerta del ascensor y paseando al perro.
Desde la creación del nuevo CAI, el del siglo XXI (año 2002), el club zaragozano solo ha logrado un triunfo en 18 partidos ligueros. Fue hace ya cinco cursos. Este domingo no anduvo lejos de la gloria (vencía 45-40 y 49-44); no hasta que Gustavo Ayón cogió el testigo de Felipe Reyes y rompió el duelo (63-71). El capitán, tras esperar otra vez turno, terminó de quebrarlo. Entre los dos pívots sumaron 42 puntos, 11 rebotes y 47 de valoración. Lo que no bastó el viernes en pista del Fenerbahçe, sí placó al CAI con un gesto limpio y seco. Añadan defensa, la clave de casi todo, y circulación de balón. Buena segunda parte de los blancos, peor primera (y ahí metan la descalificación de Nocioni por una segunda técnica cuando enfilaba el túnel de vestuarios).
Sigue el Madrid dando vueltas con su prototipo, probando piezas, rodando veloz en algunos tramos y derrapando en otros. Ahora funciona, luego no. Vacilaciones y un par de certezas: los citados Ayón y Reyes. Listos siempre para ocupar el sitio en la cancha que en los videojuegos se marca con una X. Quien se haya vestido alguna vez con calzones y tirantes, verá que a ras de pista se aprecia mejor el talento. El bote, el tiro, la coordinación… y la habilidad de no ser un bulto sospechoso, de cortar a tiempo, de esperar en el lugar exacto para anotar cómodo. Qué envidia de don. El que tienen los dos, especialmente el capitán. Fíjense cualquier tarde de estas.
Su abrupta aparición sofocó el conato de incendio provocado por Fotu, Jelovac y Linhart. El fuego se extinguió bajo una lluvia de canastas cerquita del aro, con tres dos más uno forzados por el mexicano (erró uno de los tiros libres). Conato avivado por los de Laso con doce pérdidas al descanso (solo tres después), y también por una catarata de triples cómodos marrados (4 de 17 al final). Cinco seguidos para abrir el tercer cuarto.
Jeff Taylor, en ausencia de Maciulis (golpe en la mano derecha), lució de inicio y Sergio Rodríguez tuvo momentos de gran timonel en el segundo parcial, aunque el bloque iba a tirones (hubo, eso sí, minutos para Doncic y Hernangómez: necesitan más).
La intensidad de Fotu hacía daño al Real, Bellas asistía bien, Benzing tenía su momento… Pero Ayón y Reyes frenaron en seco la carrera del CAI. El Titán anotó 18 de sus 21 puntos en menos de diez minutos, hasta que se sentó a siete del final (firmó también el jugadón del duelo tras aprovechar a la carrera un pase que Llull se sacó de entre las piernas). Turno final para Reyes. Y para Sergio, que ayudó en el remache.