El Gran Canaria sigue invicto a pesar de un parcial de 7-25
El equipo canario, que sigue sin perder, encaja en el último tramo un parcial de 7-25 que hizo tambalearse una victoria que parecía segura ante el colista de la ACB.
Desde luego, el colista de la ACB dio la cara ante el líder, solo en el segundo tiempo. Y casi le basta. Cuando todo parecía perdido, el Baloncesto Sevilla estuvo a una canasta de culminar una remontada heroica tras sacarle el Herbalife 20 puntos de ventaja. Se durmió el equipo de Aíto y a punto estuvo de pagarlo carísimo. Al menos, suma su tercera victoria para seguir mandando también en la competición doméstica ante un rival que perdió de nuevo, idéntico final que en las dos jornadas anteriores.
Tampoco hay que desmerecer los méritos del Herbalife por mucho que el Baloncesto Sevilla evidenciara ya desde el primer cuarto por qué llegaba a Gran Canaria cerrando la clasificación de la ACB. Casi sin darse cuenta, y si no llega a ser por los puntos de Nachbar, hubiera perdido el duelo ya desde el inicio (9-4). Los insulares, a poco que apretaran debajo de su aro y lanzaran voraces contraataques, se distanciaban fácil y rápido en el marcador, como con esas dos idénticas asistencias de Oliver a Newley y Aguilar para darle forma a un clarividente 17-8. No podía ser otro sino Savané quien, con el reloj del primer cuarto a cero, anotara dos tiros libres para darle al Granca su primera renta a favor superior a los 10 puntos (19-8).
Cierto es que daba la sensación de que el Herbalife podía romper el partido en cuanto quisiera ponerse a ello. Así, saltó a la cancha como un cohete tras este pequeño descanso para, con 8 puntos seguidos de Aguilar (triple y mate) y Salin (triple), dejar al Baloncesto Sevilla con cara de circunstancias (27-8). Oriola acudió al rescate para frenar al huracán insular (27-10), pero fue solo un espejismo. El Gran Canaria seguía a lo suyo, tan invencible como se sentía, viendo el aro como un océano, con sendos triples de Aguilar y Salin para el 35-17. El partido se había roto. O eso parecía, pues el 44-30 con el que se llegó al descanso fue el presagio de que el milagro no lo era tanto.
Parcial de 7-25 que no bastó
Con la novedad de Paulí al inicio del segundo tiempo, jugando así el alero catalán sus primeros minutos, el Granca sintió que volaba cuando Kuric elevó su ventaja al +20 (50-30). Fue curioso lo que ocurrió después. Lejos de amilanarse, y cuando la lógica invitaba a dar este partido por partido, el Baloncesto Sevilla, con Miljenovic, Bamforth y Nachbar al frente, le endosó al Herbalife un tremendo parcial de 7-25 a favor (57-55).
Tras el 0-2 inicial, canasta de Nachbar, estuvo a punto de recuperar la delantera el equipo visitante cuando más lo necesitaba. Tuvo que ser Newley el que despertara a los suyos del letargo con un nuevo triple (60-55). La remontada andaluza no se consumó, básicamente, por una cuestión de fuerza. Nadó para ahogarse en la orilla, tan cerca como estuvo de llevarse un partido que tenía perdido. Oliver certificó la victoria insular desde el tiro libre. No se puede estar contento cuando se pierde, pero Luis Casimiro tiene motivos para avivar la llama de la esperanza. Cuestión de tiempo.