PRETEMPORADA | LAKERS 104 - BLAZERS 102
Show de Huertas y un mate para decidir la locura en el Staples
Entretenido partido el que se llevaron los Lakers ante los Blazers gracias a un mate in extremis de Ryan Kelly. Marcelinho gustó: 8 asistencias en 19 minutos. Kobe no jugó.
Los Lakers y los Blazers protagonizaron esta última madrugada el, hasta el momento, partido más loco de la pretemporada. Para que lo entiendan, los angelinos (con D'Angelo Russell en ebullición en los últimos compases del último periodo) tiraron a la basura una renta de 9 puntos (98-89) a minuto y medio del final tras perder un balón en un saque de fondo que propició el triple de Connaughton (empate a 102). Pero todavía faltaban casi 5 segundos para la conclusión. Tiempo más que de sobra (le sobraron 2) para que Ryan Kelly recibiera a la altura de la línea de tres, amagara el mano a mano para engañar a su defensor y encontrar vía libre hacia el aro. Quería ganar el partido a lo grande y lo consiguió con un espectacular mate a una mano que levantó al público del Staples de sus asientos. Noah Vonleh pudo forzar la prórroga, pero el guión made in Hollywood dictaminó que los de púrpura y oro tenían que llevarse así su tercera victoria (3-4) en la preparación.
Sin Kobe Bryant (aún tocado por el golpe en la pierna izquierda que le propinó involuntariamente Rondo la semana), Damian Lillard demostró en los 24 minutos que estuvo sobre el parqué su condición de all star. Junto a sus 20 puntos, en los de Oregón gustó la actuación de Maurice Harkless (15-5).
Pero en es que en el bando rival, Portland chocó con un Jordan Clarkson (17 puntos) que va a más cada día. Como también hizo Marcelinho Huertas. En su segundo partido con los Lakers, el ex del Barça demostró a su nueva afición que su estilo de juego puede encajar a la perfección con el espectáculo. Lanzó más que el día de su debut (un 3/9 para un total de 8 puntos), pero sobre todo brilló con sus 8 asistencias (varias de ellas de bella factura: qué se lo digan a Nick Young) en menos de 19 minutos sobre el parqué. Su actuación fue la guinda a un entretenido partido. Qué siga la fiesta.