Pau Gasol (Matrícula de honor): El más grande de la historia del baloncesto español. Para variar, el pívot llevó todo el peso del equipo en ataque (40 puntos): un auténtico recital. Frenó bien a Gobert en la zona. Torneo magnífico. Hay que darle las gracias. No hay palabras para describir lo que ha hecho sobre el parqué.

Rudy Fernández (suspenso): Desaparecido en combate. Anotó un triple solo en la primera parte y nada más. No está al 100%. 

Sergio Rodríguez (bien): Sus diabluras fueron la salvación de la Selección en la primera mitad. Anotaba, repartía juego y sacaba faltas. Batum le secó en el tramo decisivo, pero anotó una gran bandeja al final del cuarto periodo. El segundo mejor del equipo.

Willy Hernangómez no jugó.

Pau Ribas (suspenso): Se le necesitaba más que nunca y no estuvo a la altura. Se le salió de dentro el primer triple y ya nunca volvió a levantarse con la confianza necesaria. Tendrá más oportunidades de brillar en el futuro.

Felipe Reyes (bien): Luchar, luchar y luchar. Lo de siempre, vamos. Hoy tenía una pelea complicada. Acabó con siete rebotes.

Víctor Claver (aprobado): En la línea del partido ante Grecia, pero con algo menos de presencia. Poca implicación ofensiva. Importante en el rebote (6)

Fernando San Emeterio no jugó.

Sergio Llull (bien): Buenas intenciones. Corrió como el que más y nunca le perdió la cara a su duelo (defensivo) con Tony Parker. Parar al base francés nunca es tarea fácil. 

Pablo Aguilar no jugó.

Nikola Mirotic (suspenso): Muy desacertado en la toma de decisiones. Nunca encontró su sitio en el parqué. Faltas innecesarias y muy poca influencia en el juego ofensivo. Toda la prórroga sentado. 

Guillem Vives no jugó.