EUROBASKET 2015 | CROACIA 59 - R. CHECA 80

Ridículo de Croacia ante la Chequia de Satoransky y Vesely

Horrible partido de los croatas. La República Checa repartió 27 asistencias. Naufragio de Ante Tomic. Satoransky (10 y 11 asistencias) y Vesely (20 y 13 rebotes), imparables.

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PERFORM

Parecía que este podía ser el año con la llegada de Velimir Perasovic al banquillo. Pero no. Croacia ha vuelto a fracasar estrepitosamente en un gran campeonato. Lleva sin conseguir una medalla desde los Juegos de Barcelona 92. 23 años, casi nada. En Lille, los Bogdanovic, Saric, Tomic, Hezonja, Rudez (sí, por equipo podría estar entre las tres o cuatro mejores plantillas del Eurobasket) hicieron el ridículo (59-80) ante una República Checa que tiene a dos excelentes jugadores (Satoransky y Vesely) y a otros diez más. Por supuesto, no hay que restar mérito al partidazo de los chechos. Es la primera ocasión en la que acceden a los cuartos de final de un Europeo desde que la antigua Checoslovaquia se escindiera. Historia en mayúsculas e historia terrorífica. Todo en un mismo partido.

Balones a la grada, airballs, posesiones consumidas tras tiempo muerto... Así se resume la actuación de la selección balcánica. Una irrupcion de Hezonja anotando 5 puntos consecutivos y cogiendo los rebotes que un nefasto Ante Tomic (superado y desbordado en todo momento por un genial Jan Vesely) era incapaz de coger dio las únicas ventajas a los suyos (7-5 y 9-7, aún en la primer mitad del primer cuarto). Pero en un visto y no visto, Satoransky (soberbio otro día más: 10 puntos, 11 asistencias y 5 capturas) se dedicó a repartir juego y Schilb a anotar desde el perímetro para lograr un 0-11 de parcial. Ahí se acabó la batalla. Y empezó el despróposito balcánico.

La República Checa dio una lección de juego en equipo (hasta cinco de sus hombres anotaron en dobles figuras) a las estrellas rivales. El agujero en defensa que ofrecieron en el segundo periodo les ponía ya las cosas muy difíciles al descanso (31-48). Pero nadie imaginábamos lo que acontecería minutos después. Se esperaba a una Croacia que saliera a morder en defensa, presionara en toda la cancha y comenzara a mover el balón para hacer valer la superioridad técnica de los suyos. Nada de esto ocurrió. Todo lo contrario. Al parqué del Pierre-Mauroy saltó una banda (sin Simon, lesionado en el tobilo). Ukic y Hezonja competían por ver quién daba el pase más bonito a la grada, mientras Benda aprovechaba para lucirse y los aficionados croatas en las gradas aguantaban el ridículo como buenamente podían. Perasovic, sin saber qué hacer, paraba el juego con 33-56 en el marcador. A la siguiente jugada, sus chicos consumieron la posesión sin lanzar. La vergüenza aumentaba y, a menos de dos minutos para cerrar el tercer acto, la diferenciaba llegaba a la treintena de puntos (33-63). Los balcánicos llevaban únicamente 2 tantos en dicho cuarto, pero un triple de Ukic que hizo que el pabellón estallara en aplausos soliviantó el papelón.

Entonces, sin ninguna presión, los de Peras jugaron su mejor baloncesto de la mañana. De haber convertido el 2+1 Bogdanovic, podría haber puesto en el marcador el 57-69 aún con 4 minutos por disputarse. ¿Estábamos ante una remontada histórica? No. Satoransky volvió a tomar el mando de las operaciones y Vesely (aún mejor desde que trabaja a las órdenes del maestro Obradovic) a reventar el aro rival sin piedad. Todo ello a la par que un rejuvenecido Jiri Welsch (35 años), destrozaba la ¿defensa? croata con su penetraciones dividiendo la zona y entregando pases de canasta: 8 repartió él y su equipo un total de 27 (aderazadas con las 24 pérdidas croatas). Triste y doloroso final para una generación croata que parece despedirse de los Juegos de Río salvo wild card de la FIBA para el Preolímpico. No sólo toca borrón y cuenta nueva, sino reinventarse. Por su propio bien.