El Madrid de los Sergios juega hoy contra un titán a domicilio

Hay cosas que resultan difíciles de explicar, como la racha (buena) del Valencia Basket a domicilio en el playoff­ en contraste con su racha (mala) en casa. Hace un año se midió al Barça en semifinales. Perdió los dos primeros duelos en la Fonteta, se rehízo con dos triunfos en el Palau y cedió otra vez ante su afición en el quinto y definitivo. Quizá la eliminatoria más loca que se recuerda. Pero es que ahora ha vuelto a repetirlo. En cuartos venció en Bilbao, cayó luego en casa y cerró su pase a semifinales el lunes en Miribilla, en territorio comanche. Por lo que suma cuatro victorias de cuatro a domicilio y cuatro derrotas de cuatro ante su gente en los últimos ocho partidos. Lo trata de explicar su entrenador, Carles Duran: “Lejos de Valencia sabemos que nos van a silbar los 40 minutos, estamos listos, pero en casa cuando hay un momento malo, es muy malo. Hay presión por agradar”.

En este mundo al revés, Laso debería haber dicho en la previa que intentarán sacar al menos un triunfo en el Palacio para rematar en la Fontenta. Pero no lo dijo. El técnico persigue su cuarta final seguida y, aunque el Valencia se empeñe, la ventaja de cancha es suya. Solo ha tropezado dos veces en el Barclaycard Center esta temporada, ante el Kazán en la primera fase de la Euroliga y frente al Manresa sin nada en juego (32-2). Además de con el escenario, el Madrid cuenta con la mejor pareja del playoff: los Sergios. El Chacho está fino y va de récord. Anotó 20 puntos el primer día, la mejor marca sin fallar un tiro en la historia de las eliminatorias (11 de 11 con los libres), y luego, 26, su tope personal incluida la Selección y la NBA. 23 de media. A su lado, Llull (18,5), al relevo Doncic (16 minutos en total) y enfrente un Pau Ribas (¿futuro culé?) líder en faltas recibidas (6,3 por choque). El mejor del Valencia junto a Dubljevic. Bonita semifinal.