El Gran Canaria desafía en su casa al Madrid más redondo

Lo bueno del playoff es que no deja espacio al lamento, aunque tampoco a la celebración. La serie Bilbao-­Valencia es el ejemplo, y a eso se agarra el Herbalife Gran Canaria, y a su gente, para seguir vivo. Si no lo logra, el Madrid será el segundo clasificado para semifinales tras el Barça. Los de Aíto andan, eso sí, en precario, sin Kendall, Urtasun ni O’Leary. Y sin Oriol Paulí, que se ha lesionado en la cadera. En el Madrid, Carroll (esguince) no viajó a Las Palmas y Campazzo­ tampoco. El argentino no jugará los playoffs porque Slaughter y Ayón ocupan las dos plazas extracomunitarias. Nueva oportunidad para Luka Doncic, que debutó en las eliminatorias con buen pie. Otras manos a sumar, aunque sean las de un chaval de 16 años, en un Madrid cada vez más redondo al que le funcionan los principales, pero tanto o más la rotación. Lo vimos en la Final Four y lo vimos el viernes.

El segundo cuarto en el que entra la unidad de apoyo ha dejado de ser un problema. Durante la temporada ha sumado más parciales adversos que favorables en ese periodo (en 70 partidos, apenas 32 segundos cuartos ganados, 33 perdidos y 5 empatados), algo, sin embargo, que ha controlado en los duelos clave. En la final de Copa y en la Final Four, frente al Olympiacos (20-9 de parcial) y en la semifinal ante el Fenerbahçe­ con una exhibición salvaje (35-14).Por ahí andaban Rivers, Nocioni­, Sergio... incluso Maciulis. El Granca lo sufrió el viernes (23-15). De lastre a virtud.