SPURS 130-THUNDER 91
El campeón marca territorio
Los Spurs están ahí (11 triunfos en 13 partidos) y así lo demostraron ante unos Thunder superados. Westbrook se enfadó con los periodistas tras un partido para olvidar.
En Navidad, en revancha de la última final del Oeste, los Thunder ganaron en San Antonio (106-114). Sin Durant, Westbrook calentaba para lo que ha venido a partir del All Star y su equipo enlazaba seis triunfos seguidos ante los Spurs en Regular Season. Entre medias, claro, esa final del Oeste 2014 que los de Popovich dominaron (4-2) con estos resultados en los tres partidos jugados en su pista: 122-105, 112-77 y 117-89. Así que este segundo duelo de la temporada (queda otro, el único en OKC) se pareció mucho más a aquella serie: desatados los Spurs, desbordados los Thunder. Que siguen acumulando desgracias y que vieron como se lesionaba en el tercer cuarto Steven Adams. A falta de pruebas definitivas, como mínimo otro susto. Después del partido, Russell Westbrook estaba evidentemente destemplado. Su equipo llevaba cuatro triunfos seguidos pero en apenas 24 horas les han caído 117 en el triunfo ante los Lakers y 130 en el tope anotador de los Spurs en al temporada. A Westbrook le preguntaron si su equipo tenía problemas defensivos y no le gustó: “Vaya, me siento un poco confundido. Cuando ganamos no me preguntáis esas cosas así que estoy un poco confuso con lo que me decís”.
Confuso o no, Westbrook se quedó en 16 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias (una estadística que parece de un solo cuarto de alguno de sus partidos de las últimas semanas) básicamente porque sólo jugó 25 minutos y se fue al banquillo mediado el tercer parcial y con desventajas que ya rondaban los 30 puntos ante unos Spurs que fueron 100% Spurs: movimiento de balón para anotar sin oposición bajo el aro y para sacar tiros cómodos desde casi cualquier parte de la pista. Total: 71-50 ya al descanso tras un definitivo 39-22 en el segundo cuarto. Los Spurs han ganado 11 de sus últimos 13 partidos y llegan como una locomotora (una vieja historia…) al momento definitivo de la temporada. El partido, en definitiva, deja a los Thunder (41-31) más lejos de cualquier cuenta que no pase por un octavo puesto que parece suyo tras la cuarta derrota seguida de los Pelicans. Y deja a los Spurs de caza: 45-26, sextos del Oeste pero a menos de un partido de los Blazers, a menos de dos de los Clippers…
La dirección del aplastamiento corrió a cargo de Tony Parker (21 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 10/14 en tiros) y Leonard (15+5+5, 5/9), los dos, ambos con un MVP en Finales en su palmarés, que han revitalizado a su equipo en cuanto han recuperado su nivel físico: lógico. Duncan anotó 16 puntos y celebró levantando al cielo tres dedos cuando anotó su segundo triple de la temporada (2/7). En fin, los Spurs se divirtieron y quizá el mejor ejemplo fue el cursillo acelerado que le dio, cuando coincidieron en pista en el cruce de segundas unidades, Boris Diaw (19 puntos, 6 rebotes) a Mitch McGary. El rebote, una de las claves (más allá de esa bomba de neutrones que es Russell Westbrook) para explicar la competitividad de estos Thunder plagados de desgracias, acabó esta vez en un demoledor 50-36. Y mientras los de Scott Brooks pelean contra constantes mareas y a ritmo de casi un susto diario con las lesiones, se acerca abril y los Spurs se parecen mucho ya a ese equipo al que nadie querrá enfrentarse en los playoffs. Absolutamente nadie.