Los Kings pagaron los platos rotos (130-105) tras la derrota de los Hawks en Philadelphia. El equipo de Sacramento fue un juguete en manos de los pupilos de Mike Budenholzer, quienes se ensañaron: lograron su mejor marca anotadora del curso y establecieron en 20 el récord de la franquicia de triples anotados en un solo partido. Todo ello, en el triunfo número 50 de la temporada. Los halcones fueron los primeros en conseguirlo, aunque horas más tarde, los Warriors también alcanzaron dicha cifra (aunque para ello los de Oakland han necesitado un partido menos: 62 por 63). 

De lo que no hay duda es que de esta campaña (y a la espera de confirmarlo en los playoffs a partir del mes de abril), Atlanta está haciendo historia. Nunca antes habían llegado tan rápido a las 50 victorias, se encuentran a sólo tres de igualar las 53 de la 2009-10 y si no ocurre nada raro no deberían tener ningún problema para superar las 57, la mejor marca 'hawk' de todos los tiempos. 

Centrándonos en lo acontecido en el Philips Arena (donde ya da la bienvenida una estatua de Dominique Wilkins), cabe resaltar que los Hawks volvieron a contar con su quinteto de gala (Teague, Korver, Carroll, Millsap y Horford) tras las rotaciones llevadas a cabo por Budenholzer ante los Sixers. A los que descansaron, la jornada de reposo les sentó de maravilla. Especialmente a un Kyle Korver que tras el parón del All Star parecía tener la mirilla desenfocada: 17/54 en tiros de campo hasta anoche. Ante los Kings dejó atrás estos problemas para sumar 20 tantos con un 7/9 en tiros de campo (6/8 en triples). "No sabía que habíamos metido tantos: 20 es un número muy grande", destacó el escolta tras el partido. DeMarre Carroll también consiguió otros 20 puntos y el resto de los titulares anotaron también en doble figuras, destacando el doble-doble de Teague (18 y 1 3 asistencias). Por su parte, el alemán Schroder lideró la aportación del banquillo con otros 12 tantos y 8 pases de canasta. Va a más cada día.

Así que, ante semejante arsenal ofensivo (76-54 era el marcador ofensivo), a los Kings no les quedó más remedio que superar el temporal d ela mejor manera posible. Con un DeMarcus que lo intentó, pero con desacierto, destacó la aportación de Rudy Gay (23) y McCallum (15). El propio Gay resumió a la perfección el vendaval que fue Atlanta: "Son geniales. Divertidos de ver. Es muy duro jugar contra ellos. Parecen un manual, son lo que cualquier equipo querría ser". Imposible encontrar una definición mejor.