Los Celtics vuelven a perder un partido que tenían controlado

La irregularidad volvió a adueñarse de los Celtics, una circunstancia que aprovecharon los Magic para hacer que el triunfo (103-98) se quedase en el Amway Center de Orlando. Sin embargo, visto el primer cuarto (en el que los de Stevens dominaron a su antojo: 17-31) y dadas las necesidades de uno y otro equipo, parecía que el resultado final fuera a ser otro. No ocurrió así porque, al igual que en otros muchos partidos a lo largo de la temporada, Boston sufrió un colapso que volvió a dejar el encuentro en bandeja a sus rivales. En esta ocasión, desperdiciaron una renta de 20 tantos (17-37) que habían cosechado al poco de iniciarse el segundo periodo tras un tiro libre de Jerebko.

A partir de ahí, el partido fue otro. De la mano de Tobias Harris (21 puntos a lo largo de la noche) y un muy activo Elfrid Payton (19, 10 capturas y siete asistencias), los de Florida habían recuperado buena parte de su desventaja al descanso (43-49). Tras la reanudación, la tónica continuó siendo la misma. Pese al bombardeo de triples por parte de los visitantes (un total de 15 convirtieron), el equipo que parecía estar jugándose sus opciones de clasificarse para los playoffs eran los Magic. Oladipo se unió a la fiesta en el tercer cuarto y el reserva Maurice Harkless apareció en el último para liquidar la contienda logrando nueve de sus 14 puntos. "Me sentí extraño jugando tanto", concedió a la conclusión tras haber disputado un total de 30 minutos. "Le seguimos pidiendo que estuviera preparado y hoy tuvo su noche", reconoció James Borrego, el técnico interino de los de Florida.

Mientras tanto, en el bando rival de poco sirvió el buen trabajo de Brandon Bass (19-17 y cinco pases de canasta) los 21 tantos y nueve asistencias de Isaiah Thomas, los 16 (igualando su segunda mejor marca profesional) de Marcus Smart o el intento final del italiano Gigi Datome por reconducir la situación. Fueron superados en intensidad (como demuestra una acción en el último minuto en la que el rookie Elfrid Payton anota con toda facilidad), lo que, unido a su desacierto tras el primer cuarto (apenas acertaron el 35% de los lanzamientos en los otros tres), acabaron pagando muy caro. "Siempre que hagas un buen cuarto y seas superado en los otros tres, definitivamente esa no va a ser una buena noche. Si queremos mejorar, tenemos que hacerlo mucho mejor en los cuatro cuartos", concedió el coach Stevens. No obstante, su redención (y oportunidad para reengancharse de lleno a la batalla por la postemporada) les llega pronto: esta madrugada (00:30 hora española), se miden a los Heat en Miami. Partido clave.