En una temporada que empezó feliz con el cambio de los Bobcats por los Hornets, Charlotte sigue sudando tinta para conseguir cada victoria, demasiado lejos del 50% de triunfos que marca, más o menos, el límite de la mediocridad en la Conferencia Este, y todavía fuera de los puestos de playoffs pero ahora con la misma marca (25-33) que el octavo, Brooklyn Nets. Entre ellos dos, Miami (26-33), Pacers (25-34), Celtics (23-35) y Pistons (23-36) se repartirán las dos últimas plazas de playoffs de la Coferencia. Y los Hornets siguen en la pelea a pesar de la lesión de Kemba Walker (que podría volver en unas dos semanas) básicamente porque tuvieron reflejos para hacerse con Maurice Williams. El veterano base ha puesto liderazgo, sentido común, experiencia, talento y mucha producción desde que llegó a Carolina del Norte: seis partidos con los Hornets con una media de 22,8 puntos y 8 asistencias. Ante los Lakers se fue a 20+13 y firmó la canasta decisiva: cerca del último minuto y con 95-92, Clarkson falló el triple del empate para los sufridos Lakers y en el siguiente ataque, Mo Williams sí anotó de tres, 98-92 y una distancia ya imposible de vadear aunque el triple in extremis de Lin dejó la diferencia en mínimos (104-103).

El partido volvió a demostrar que a los de Clifford no les sobra nada ante casi ningún rival, a pesar de que van encontrando por fin la mejor cara de Al Jefferson (21 puntos, 16 rebotes). En realidad el quinteto estuvo a buen nivel, con notable producción de Zeller, Henderson y Kidd-Gilchrist. Una vez más falló un banquillo en el que Marvin Williams puso 8 puntos y Lance Stephenson, otra actuación descorazonadora: 5 puntos, 2 asistencias y sólo dos tiros a canasta para el jugador que llegaba en verano para dar el salto de calidad a un equipo que se puso a intentar traspasarle a las pocas semanas de su estreno.

Los Lakers, por su parte, siguen con su peregrinar (16-43) hacia el draft: necesitan que su pick sea top-5 para que no se vaya a Philadelphia. Y se mueven en la cola de la NBA junto a Knicks, Wolves y los propios Sixers. El rookie Clarkson (aunque necesita mejorar su tiro: 1/7 en triples) sigue siendo su mejor noticia de la segunda mitad de temporada (19 puntos, 4 asistencias) mientras que Jeremy Lin ha mejorado desde el parón del All Star (23+8 y 6 rebotes). A los Lakers les hundió un horrible inicio de tercer cuarto (seis minutos sin más producción que cinco tiros libres) y después supieron volver al partido pero no ganarlo. A estas alturas, eso ha dejado de ser un drama en L.A.