Obviamente, el regreso de Garnett a Minnesota no va a hacer que los Timberwolves, últimos de la Connfrencia Oeste (12-42), jueguen los playoffs. Pero su vuelta ha insuflado ánimo en la franquicia. La ha revitalizado. Pese a que 'Big Ticket' no estuvo esta madrugada en el Target Center de Minneapolis, su espíritu luchador y carácter indomable contagió a sus nuevos compañeros, quienes consiguieron un ajustado triunfo (111-109) ante Phoenix. Todos los hombres importantes de los de Flip Saunders cumplieron su papel. Desde un Ricky Rubio que rozó el triple-doble (anotó 10 puntos pese a su decepcionante 2/10 en tiros de campo, capturó ocho rebotes y repartió 14 asistencias) y dirigió con brío a su equipo hasta Kevin Martin, cumpliendo con su función de ejecutor: 28 puntos.

Pese a su juventud, a los Wolves no les tembló el pulso y supieron sacar adelante un duelo ajustado, repleto de alternativas en el marcador. Bajaron el culo en defensa (faceta en la que destacó Ricky dejando sin anotar a Eric Bledsoe en todo el último cuarto) y jugaron bien sus bazas en ataque, sentenciando desde la línea. A estos nuevos Suns post trade deadline parece que los playoffs les van a quedar grandes. A la espera de ver qué puede aportar Brandon Knight (excelente jugador) a los de Jeff Hornacek, el liderazgo asumido por Markieff Morris no se vislumbra como arma suficiente. Tiene pinta de que en Arizona echarán en falta a Isaiah Thomas, pero sobre todo a Goran Dragic. Con ellos, quizá el encuentro no se les hubiera escapado.

Pero lo cierto es que en las filas de los locales, cada jugador aportó lo que se espera de él. Además del trabajo de Rubio (un +14 para los lobos con él en pista) y Martin, Andrew Wiggins volvió a evidenciar que no hay otro candidato posible para el premio de rookie del año. Acabó con 20 puntos, el partido número 17 del curso en el que alcanza esta cifra en anotación. Él sólo suma más que el resto de compañeros de promoción. Y para redondear su actuación nos regaló un mate simplemente brutal. Se ve que tuvo envidia del concurso completado por su compañero LaVine el fin de semana pasado en el All Star. Además, Muhammad (duda hasta el último momento) pudo finalmente jugar y Dieng y Pekovic se complementaron bien en la zona (31-23 entre ambos) tras la lesión que sufrió Anthony Bennett en el primer cuarto.

Así que entre todos, sacaron un triunfo que anticipa los nuevos tiempos que llegan a Minnesota. "Se lo dijé a los chicos, estamos ya jugando por el futuro, por el año próximo. Y el futuro empieza ahora", destacó Ricky Rubio. Esa misma sensación tienen en la franquicia. "Grandes cosas están por venir", rezaba un mensaje proyectado en el vídeomarcador. Y es que se nota ya la llegada de Garnett, el hombre que puso a los Wolves en el mapa. "Iba caminando por la calle y los aficionados iban hablando sobre su llegada. '¡Oh, sí!', pensé. Es algo genial. Nos coloca en una buena posición y tenemos que sacar ventaja de ello". Rubio dixit.