Westbrook y el mejor Ibaka meten a OKC en zona de playoffs

Tras una semana de asueto, la competición regresó a la NBA. Un parón por el All Star que no ha pasado factura para los Thunder. Bueno, mejor dicho, que no ha afectado a un Russell Westbrook que continúa en estado de gracia. En modo MVP. Tras brillar el domingo en Nueva York, el base tiró de OKC ante a la irregular noche de un incómodo Kevin Durant (sólo 12 puntos y 4/14 en tiros) y con un doble-doble de 34 tantos y 10 asistencias (pese a cometer seis pérdidas) sepultó a los Mavericks (104-89). Por su parte, Serge Ibaka ejerció de aliado perfecto. No hay duda de que el hispano-congoleño se encuentra mucho más cómodo bajo el rel de tercera espada. Esta madrugada lo demostró, gobernando bajo los tableros como hacía tiempo que no se le veía. Acabó con unos números de escándalo: 21 puntos y 22 rebotes, la mejor cifra de su carrera en esta faceta.

Y es que con esta victoria, los de Scott Brooks no sólo suman su cuarta seguida, sino que logran meterse por primera vez en mucho tiempo (por no decir del curso) en puestos de playoffs. En estos momentos lucen el mismo balance (29 victorias y 25 derrotas) que los Suns, novenos, a los que dominan por 2-0 (aún deben visitar Phoenix en dos ocasiones) en sus duelos particulares. Una jornada que pone la guinda a un buen cierre del mercado por parte de los truenos. Es cierto que se desprenden de Reggie Jackson (y de un Kendrick Perkins al que no echarán en falta), pero reciben, entre otros, a D.J. Augustin y a un pívot joven y con potencial como es el turco Enes Kanter.

Sin embargo, por poner un pero, en OKC sigue preocupando el estado físico de Kevin Durant. El actual MVP no acaba de superar su lesión en el dedo gordo del pie derecho. No está cómodo, lo que hizo que se cambiara hasta en dos ocasiones de zapatillas. "Mañana hablaré con los entrenadores para ver qué podemos hacer para mejorar", destacó KD tras el encuentro. Sam Presti, el general manager de los Thunder, también habló sobre el estado de su estrella. "Está dolorido", reconoce a la vez que puntualiza que la salud del alero "no corre riesgo". Toca esperar. Por el bien del baloncesto, esperemos que se recupere cuanto antes.

Y hablando de lesiones, el regreso de Rajon Rondo no pudo impedir la derrota de Dallas. Tras el brutal e involuntario rodillazo que sufrió por parte de su compañero Richard Jefferson, el base reapareció sin una máscara protectora. Simplemente portó unas gafas. Su equipo apenas notó su vuelta al verse desbordado por el gran ritmo impuesto por los locales. Poco a poco se fueron despegando en el marcador. Al descanso llegaron mandando 52-36 gracias a la gran actuación que completó Anthony Morrow en el segundo cuarto: 14 tantos. En el tercero, Ibaka le dio la réplica y OKC se llegó a marchar de 22 puntos (76-54 a menos de tres minutos para la llegada del último periodo tras canasta de Waiters). Sólo entonces despertaron los texanos. De la mano de su segunda unidad reaccionaron para llegar a colocarse a 10 en dos ocasiones. Ahí quedó la cosa. Westbrook ejerció de apagafuegos con su explosividad. Vaya temporadón se está marcando. Y su equipo que se lo agradece. Ya está en zona de playoffs. Algo que muchos no esperaban que ocurriera tan pronto.