Marc Gasol, a un paso del triple doble en el día de Jeff Green

La llegada de Jeff Green a los Memphis Grizzlies por Tayshaun Prince y una futura primera ronda del draft desde Boston mandó un claro mensaje a la NBA: el equipo de Tennessee quiere consolidarse como uno de los grandes de la Liga, luchar de tú a tú con los ogros de la Conferencia Oeste y, ¿por qué no?, tratar de asaltar el trono de la NBA. Green era la única pieza que faltaba en unos Grizzlies que defienden como rocas y atacan con la fuerza de sus dos imparables panzers. El estilo grit and grind que es la envidia del resto de franquicias, pero que cojeaba algo en el perímetro. Porque a pesar de la habilidad innegable de Conley, Lee y Carter, el fondo de armario era escaso y el escolta ha llegado para ser el abrigo cuando el viento y el frío más azoten.

"Añadir a un tipo como Jeff (Green) nos da mucha más versatilidad. Puede aparecer desde el banquillo y jugar de tres, de cuatro", manifestó Mike Conley, que se perdió en Orlando su primer partido esta temporada, sobre el exjugador de los Boston Celtics que anotó 21 puntos, máximo artillero de su equipo y segundo del partido, 12 de ellos en el último cuarto, cuando la diosa Fortuna aún no había elegido a su favorito en un duelo que finalmente ganaron los de Joerger (96-106).

La ausencia de Conley deja a Marc Gasol como el único jugador que ha disputado todos los partidos esta temporada en los Grizzlies. El pívot se quedó a un pequeño paso de conseguir el triple-doble. Anotó poco (sólo 12 puntos), pero dominó bien el rebote. 16 capturas, 15 de ellas en defensa, ante uno de los grandes pívots de esta Liga (sino que se lo pregunten a su hermano Pau), Vucevic. Sus 8 asistencias le convirtieron en el mejor pasador en Memphis y en el segundo del encuentro. Un buen día en la oficina para un Marc que vio como Randolph (18), Tony Allen (17), Lee (16), Udrih (15) y el ya mencionado Green superaron los diez puntos en el partido.

Un juego colectivo necesario para hacer frente a los Magic. Los de Orlando parecen un equipo débil (son duodécimos en la Conferencia Este), pero se disfruta viéndoles jugar. Tiene un gran desparpajo con Victor Oladipo (16) y el rookie Elfrid Payton (22) y mucha calidad en hombres como Vucevic (18) y Channing  Frye (17). No se van a clasificar para playoffs, es un asunto muy complicado por su falta de banquillo y de jugadores claves (Tobias Harris sigue lesionado por ejemplo), pero dan golpes inesperados como ante Chicago y Houston. Además, son junto a Milwaukee, el único equipo que ha podido vencer a Atlanta Hawks en los últimos 27 partidos que han disputado los de Georgia (25 victorias por sólo dos derrotas).

Y ese nivel es el que se encontraron los Grizzlies, que no pudieron despegarse de forma clara de ellos en ningún momento del partido. A toda acción de los Joerger, venía una reacción de los de Jacque Vaughn. Al descanso se llegó igualado (48-49) y sólo en el último minuto del duelo (96-104), los Grizzlies supieron con convicción que vencerían y mantendrían el papel protagonista en el Salvaje Oeste, pero ahora con una bala más en la recámara: Jeff Green.