BULLS 114 - MAGIC 121
Otro partidazo de Pau Gasol no evita el tropiezo de los Bulls
Los 28 puntos y 14 rebotes del español no evitaron el descalabro en defensa de Chicago. Vucevic y Oladipo, imperiales en los Magic. Mirotic jugó poco pero cumplió.
Tras sorprender hace dos noches con una auténtica exhibición ante los Bucks, Pau Gasol volvió a tener una actuación destacada ante los Magic. El español se disparó hasta los 28 puntos, 14 rebotes (su vigésimo primer doble-doble del curso) y dos tapones. Números que no fueron suficientes para evitar el duro descalabro que sufrieron sus Bulls en el United Center ante Orlando (114-121). La franquicia de Florida aprovechó la nula intensidad defensiva de los de Illonois para conseguir su mejor anotación en lo que va de temporada. Guiados por unos excelentes Nikola Vucevic y Victor Oladipo (66 puntos entre ambos), el tercer peor ataque de la NBA (93,6 tantos de media por noche) causó verdaderos estragos en la defensa de Chicago. Hacía tiempo que no se veía a un Thibodeau tan enfadado: "Si seguimos así no vamos a ningún sitio. Tenemos que sacar a relucir una intensidad mucho mayor y eso se consigue trabajando mucho más duro".
Razón no le falta al técnico, quien a su vez asume su parte de responsabilidad. "Tengo que hacerlo mejor. Mi función es tener a los jugadores preparados", reconoce. Si por algo se han caracterizado sus Bulls a lo largo de estos años ha sido por su aguerrida defensa. La campaña anterior acabaron como la mejor de la Liga al encajar 91,8 puntos por partido. Sin embargo, en la actual marchan en la decimotercera posición con 98,5 tantos recibidos de media. Esta madrugada, ante los Magic quedó expuesta su fragilidad a la hora de cerrar su propio aro ( y eso que dominaron en el rebote: 43-34) . Los de Jacque Vaughn tomaron Chicago con un 59,3% de acierto en tiros de campo, su mejor marca del año.
"Si queremos hacer algo especial no podemos seguir perdiendo partidos de este tipo. No hubo energía, agresividad, compromiso y comunicación. Tenemos que mejorar drásticamente", analizó Pau Gasol, siguiendo la misma línea trazada por su entrenador. Especialmente llamativo resulta comprobar cómo se les están escapando victorias a priori asequibles (Nets, Jazz y ahora los Magic son los últimos casos) en su propio feudo. El United Center dista mucho de ser un fortín.
Sin embargo, sería injusto no dar a Orlando el mérito que merece. Aún con aspiraciones de colarse en el octavo puesto del Este, mandó en el encuentro desde el principio hasta el final. Con un espectacular Vucevic (el montenegrino le ganó con creces su duelo particular a Pau), los Magic se marcharon en el primer cuarto. En el segundo, sus suplentes se las apañaron para mantener la ventaja pese a la mejoría de los locales. Tras ser baja ante Milwaukee por unos dolores en la rodilla, Derrick Rose volvió a jugar y lo hizo con la mirilla más afinada que en los últimos partidos. Acabó con 18 tantos y siete asistencias, dejando buenos detalles. Junto a un Gasol que comenzó como un tiro el tercer periodo, fue el mejor en los de Illinois.
Aun así, Vucevic volvió a salir ganador en la encarnizada batalla que mantuvo con el español. Ambos demostaron por qué son dos de los reyes del doble-doble. Ya en el último cuarto, un Mirotic casi inédito hasta el momento dio otro aire a los Bulls. El ex del Madrid anotó 10 de sus 11 tantos en este periodo. Brilló, pero entonces apareció Oladipo para liquidar la contienda con varias canatas que sepultaron todas las opciones de remontada. El base se gustó en Chicago.
Mientras tanto, en el bando rival echaron en falta la mejor versión de un Jimmy Butler que está atravesando un bache en el que está siendo el curso de su consagración. A su vez, Joakim Noah ha perdido influencia y jerarquía en el juego. El francés debe aprender a coexistir en la zona con Pau para su propio bien y el de su equipo. Margen tiene para lograrlo. Por el momento, los Bulls necesitan recuperar sensaciones cuanto antes, defender cómo saben y olvidar el regular arranque de esta cuesta de enero (acumulan tres derrotas en los cuatro últimos partidos). No hay mejor manera que empezar de cero dentro de 48 horas en la cancha de los Wizards.