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MAVERICKS 102-HAWKS 105

Kyle Korver, el 'guapo de la NBA', a por el mítico '50-50-90'

El tirador, en números de terminar la temporada por encima del 50% en tiros de dos y triples y el 90% en tiros libres. Los Hawks, enrachados, llegan a la cabeza del Este.

Kyle Korver, el 'guapo de la NBA', a por el mítico '50-50-90'

Mientras el ruido NBA se concentra en otras franquicias, Atlanta Hawks está construyendo un proyecto fascinante que ha alcanzado la cabeza de la Conferencia Este (20-7 por el 22-7 de los Raptors) después de cuatro victorias seguidas que son un par de buenos golpes encima de la mesa: triunfo en casa ante los Bulls y tres fuera en Cleveland, Houston y Dallas. Un ejemplar recorrido cuando más empinado se ha puesto el calendario que obliga a mirar con atención al equipo que quiere ser los Spurs del Este. Para eso ficharon a Mike Budenholzer, diecisiete años como asistente y teórico delfín de Gregg Popovich. No tiene, claro, ni a Duncan ni a Parker ni a Ginóbili. Pero sí mucha de la esencia: defensa inteligente, móvil y concentrada y ataque fascinante, con constante movimiento de jugadores y balón y aprovechamiento máximo de las virtudes de cada jugador. Hay pocos equipos jugando ahora mismo como estos Hawks, sin debate tan sólo los maravillosos Warriors que, claro, también tienen un buen pedazo de filosofía spur en el libro de estilo de Steve Kerr.

Por Dallas pasaron como vendaval (63-82 al cierre del tercer cuarto) aunque tuvieron que hacer frente al empujón final de unos Mavericks que nunca se dan por vencidos y que remaron para dejar al menos una muerte digna en la orilla ante un equipo que les supera con meridiana claridad. 20-9 para los de Carlisle, primera derrota con Rajon Rondo, que terminó con 13 puntos y 11 asistencias y que en sus dos partidos en Dallas ha evitado, curiosamente, el trance de tener que pasar por la línea de tiros libres (33% esta temporada en el tramo Celtics). No era el día de ganar a un equipo como los Hawks, no si el banquillo (principal quebradero de cabeza ahora) aporta muy poco, antes de ese último cuarto básicamente de maquillaje, y si entre Parsons, Nowitzki y Ellis se quedan en 38 puntos y un 16/41 en tiros. Ty Chandler al menos no faltó en el andamio. Casi nunca lo hace: 19 rebotes.

A los Mavs, el equipo del que más se ha hablado esta semana, le tocó asistir al recital de los Hawks, tal vez el equipo del que más deberíamos haber hablado esta semana: rozando el 50% en tiros en otro triunfo en pista comanche y sin Jeff Teague, su base titular. A cambio Schroder, una de las grandes esperanzas de la franquicia, respondió con 22 puntos ante su paisano Nowitzki y su ídolo Rondo. Suyos fueron los cuatro puntos que cerraron cualquier amago de remontada épica, a falta de dos minutos y cuando Dallas había alcanzado un 88-96. El germano lideró un quinteto en el que el menos anotador fue un Millsap que acabó con 13 puntos… y 12 rebotes y 7 asistencias. Carroll se fue a 15+5, Horford a 17+7 y Korver a 18 puntos en un partido en el que falló su tercer tiro libre de toda la temporada después de 50 anotados de forma consecutiva: queda después de este 7/8 en 59/62.

Korver es uno de esos guapos oficiales de la NBA a los que muchos han tardado en dar el verdadero valor que tiene como jugador. Seguramente le habría ayudado entrar en ese Team USA del Mundial de España del que se quedó a las puertas. Uno de los mejores tiradores de la última década, ha ejercido de especialista en Sixers, Jazz y Bulls antes de explotar como jugador integral en los Hawks, no por casualidad dentro de ese sistema Budenholzer que es una bendición que él mismo explica: “Tengo que moverme y buscar mis tiros mucho más que antes. Y es mejor porque no es lo mismo esperar estático a que te llegue la bola que moverte constantemente, participar en la circulación… aunque no acabe tirando estoy buscando posiciones, pasando bloqueos o poniéndolos y eso me mantiene constantemente en ritmo de partido”.

Este es el Korver 2014/15: 13,3 puntos, 4.1 rebotes y 3 asistencias por partido. 52% en tiros de campo, casi 54% en triples y 95% en tiros libres. Su porcentaje es ese true shooting que mide el verdadero valor de los tiros supera el 74%. Y está en el camino, difícil de sostener, de ser el primer jugador en casi 20 años (precisamente Steve Kerr, 1996) en firmar ese mítico “50-50-90” en porcentajes en una temporada completa. Hasta ahora se está manejando en él con comodidad. Más: nadie ha tirado mejor de tres en un curso que él mismo, 53,6% en la 2009/10. Ahora está en un 53,7% con un mérito añadido: aquel año sólo tiro 110 triples (metió 59). En esta temporada y en 27 partidos está ya en un 79/147. El milagro en movimiento de unos Hawks a los que habrá que empezar a tomar en serio de una vez por todas.